El gobierno colombiano aceptó hoy un plan del presidente de Venezuela, Hugo Chávez, para posibilitar la liberación de tres rehenes de las FARC, lo que implica la entrada de aviones venezolanos en el espacio aéreo de Colombia.
El canciller Fernando Araújo fue el encargado de transmitir la respuesta positiva del Gobierno de Colombia, tomada después de conversaciones al "mas alto nivel", en las que el presidente Álvaro Uribe participó desde la finca rural donde pasa sus vacaciones.
La única condición impuesta por el gobierno de Colombia fue la identificación plena de las aeronaves que participarán en la operación con el símbolo de la Cruz Roja.
El Gobierno de Uribe aceptó también designar un delegado para asistir a la operación. El elegido es el alto comisionado para la Paz, Luis Carlos Restrepo, quien se sumará a delegados de los presidentes de Argentina, Bolivia, Brasil, Cuba, Ecuador y Francia.
Los familiares de la ex candidata a la vicepresidencia de Colombia, Clara Rojas, y su hijo Emmanuel y la ex congresista Consuelo González de Perdomo, los tres rehenes cuya liberación fue anunciada por las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC) el pasado 18 de diciembre, ya habían dado su respaldo al plan venezolano.
La propuesta de Chávez, que simultáneamente a su anuncio por el mandatario en una rueda de prensa en Caracas le fue entregada al canciller Araújo en Bogotá por el vicecanciller venezolano para América Latina y el Caribe, Rodolfo Sanz, incluye el ingreso en espacio aéreo venezolano de una "caravana aérea humanitaria".
La caravana aérea partiría de varios aeropuertos venezolanos y luego recalaría en el terminal aéreo de la ciudad colombiana de Villavicencio, capital del departamento de Meta, centro del país, que será el "centro de operaciones", según este plan.
Desde allí partirían helicópteros venezolanos, marcados con el símbolo de la Cruz Roja, a un punto en "una dirección desconocida, hasta ahora" en el que serían recogidos los rehenes.
Las FARC anunciaron el 18 de diciembre la puesta en libertad de Rojas, su hijo Emmanuel, fruto de una relación con un guerrillero, y González de Perdomo, como un acto de "desagravio" a Chávez y la senadora opositora colombiana Piedad Córdoba.
Ambos mediaron ante las FARC desde agosto pasado en pro de un acuerdo humanitario con la autorización de Uribe, quien el 21 de noviembre canceló esa misión con el argumento de que Chávez y Córdoba mantuvieron una conversación no autorizada con el jefe del Ejército colombiano, general Mario Montoya.
Los familiares de los secuestrados manifestaron su respaldo al plan del mandatario venezolano nada mas anunciarse.
"Me parece muy buena la fórmula", dijo Iván Rojas, hermano de Clara Rojas, mientras que Patricia Perdomo, hija de Consuelo González de Perdomo, expresó "mucha alegría" por la iniciativa.
Iván Rojas dijo que la respuesta estaba en manos del presidente" Uribe. "Lo que decida el gobierno, lo acataremos", agregó.
El hermano de la ex candidata a la vicepresidente dijo que le parecía "buenísima la sugerencia de Chávez de que llegue una comisión internacional" de verificación de los desplazamientos de aviones venezolanos en el espacio aéreo colombiano y para que supervise la puesta en libertad de los rehenes.
Rojas manifestó su deseo de que la liberación o entrega de sus familiares se hiciese directamente en Villavicencio y no en Venezuela.
Para María Fernanda Perdomo, la operación anunciada por Chávez en Caracas "no es imposible" y señaló su disposición a formar parte de la "caravana humanitaria" e ir al punto de rescate.
"Lo que mas me interesa es que mi mamá pueda abrazar a María Juliana, mi hija", nieta de la ex legisladora.
El analista político Lázaro Viveros, por otra parte, dijo que "definitivamente fue la parte operativa lo mostrado por Chávez", y destacó "la participación de países latinoamericanos y de Francia para recuperar a los rehenes".
Sin embargo, puntualizó, "ojalá esa operación y el proceso de acuerdo humanitario lo lidere Uribe y no el presidente de otro país".
Fuente: EFE