M.J. fue abandonada al nacer, en junio de 2010. Como no encontraron familiares biológicos, la Subsecretaría de Niñez de la Provincia solicitó a la Justicia que declare su adoptabilidad.
Durante los dos años que la Justicia demoró, el Estado delegó su cuidado a una familia de tránsito (Traverso). En el interín, los Serra empezaron a cuidar a la beba y generaron un fuerte vínculo, pese a carecer de aval legal. Su deseo era adoptarla e iniciaron los trámites.
El 26 de diciembre de 2012, la jueza Liliana Michelassi determinó que la niña sea adoptada por otro matrimonio que tenía prioridad en el Registro de Adopción (Ruaga), ya que estaba en lista de espera desde 2005.
Ante la desesperación de perder a la beba, los Serra la retuvieron un día. El 27 de diciembre la entregaron en los Tribunales de Familia.
Pero el matrimonio dispuesto por la Justicia para adoptarla renunció a la guarda. M.J. permaneció los últimos 19 días en otro hogar transitorio. Ayer, la resolución de la Cámara de Apelaciones le dio la guarda preadoptiva a los Serra.