José Luis Pagés
La tortura física y no sólo la aterradora experiencia vivida pudo causar la muerte de Primo Papili, un ex productor agropecuario de 83 años de edad que la noche del martes fue asaltado junto a sus dos hermanos en un establecimiento rural de Chañar Ladeado.
La noticia que refería el fallecimiento de un vecino de la región en el marco de una nueva acción delictiva ganó rápidamente las calles de la apacible localidad del departamento Caseros, pero entonces se daba por descontado que al anciano le había fallado el corazón.
No obstante, con el paso de las horas se pudo ver que la escena fue muchas veces peor que la imaginada porque los victimarios actuaron impiadosamente sobre sus víctimas con refinada maldad y una crueldad infinita.
Ahora se sabe que los desconocidos que sorprendieron a los Papili alrededor de las 20.30, cuando se disponían a cenar, los encañonaron con armas de fuego, los redujeron, los separaron y torturaron a Primo con el paso de corriente eléctrica.
Una de las fuentes a las que tuvimos acceso llegó a afirmar que fue el contacto con la punta pelada de cables directamente conectados a una fuente de energía eléctrica lo que mató al octogenario y desechó con esto la hipótesis del susto como factor desencadenante de la tragedia.
Veinte mil pesos y una escopeta 16 se llevaron con ellos los asaltantes que dejaron a los hermanos Papili maniatados y librados a su suerte. Luego, una hora más tarde, Adelina Papili (75) logró desatarse y libró de las ataduras a su hermano José (76). Iba a hacer otro tanto con Primo, cuando éste falleció.
La crueldad puesta de manifiesto por los asaltantes recuerda la ferocidad de los cuatro enmascarados que el 24 de agosto, también en Chañar Ladeado, asaltaron a los esposos Mogliati en su establecimiento y cercana la medianoche los despojaron de unos cuatro mil pesos, acción que fue fríamente rubricada por un disparo que dio en la cabeza del dueño de casa, matándolo en el acto.
Tras conocerse el golpe consumado en el establecimiento de los hermanos Papili actuó el personal de la Comisaría 5a., dependencia de la Unidad Regional IV, cuya Jefatura tiene asiento en Casilda. El médico de la repartición policial examinó el cadáver elaboró un informe presuntivo y aconsejó la realización de una autopsia dirigida a establecer fehacientemente la causa por la cual el mayor de los Papili perdió la vida.