Se trata de un geolocalizador portátil que permite localizar a las víctimas en cualquier punto del país. La Municipalidad adquirió diez botones (cada uno cuesta $ 3.000), pero el sistema permite tener hasta 500 aparatos. Los dispositivos están conectados a la Central de Monitoreo de la Municipalidad y en contacto directo con el 911.
Además de saber en tiempo real la ubicación de la víctima, el sistema cuenta con un historial de localizaciones, que permite conocer los últimos movimientos de la persona. Todo queda registrado en el software.
También se puede crear un “cerco de seguridad”, es decir una zona definida por la víctima por donde suele transitar. En caso de que el dispositivo trascienda esos límites, se activa la alarma en la central de control.
Hay dos modelos de botones: uno de ellos permite captar el sonido ambiente. Los aparatos son pequeños y discretos, y tienen un cargador igual que un celular.