El gobierno provincial le ofreció al abogado Gonzalo Armas asumir como el primer secretario de Control de las Fuerzas de Seguridad. Hasta la semana pasada, el profesional se desempeñaba como fiscal federal en una de las causas donde se investigan delitos de lesa humanidad, pero la Procuración General de la Nación lo desplazó del cargo (ver aparte). Precisamente, el ofrecimiento se produjo después de que se conoció tal desvinculación.
“Me llamaron y me hicieron la propuesta este fin de semana”, confió Armas hoy a El Litoral. Y aunque aclaró que aún tiene que conversar el tema con “allegados, familiares y organismos” para resolver si acepta o no la propuesta, las autoridades del Ministerio de Seguridad ya ultiman los trámites administrativos para la asunción del funcionario, que sería en los próximos días.
La flamante Secretaría fue la salida política que encontró el gobierno de Hermes Binner al escándalo que se suscitó en la ciudad de Rosario en marzo, cuando el oficial Juan Raffo denunció connivencia de jefes policiales en episodios de corrupción y hasta en hechos delictivos. La repartición estará en manos de civiles para controlar a la institución policial, pero hasta ahora estuvo siempre vacante.
“Me sorprendió el ofrecimiento -dijo Armas a este diario-. Independientemente de lo que yo conteste, que una persona de la claridad jurídica como la del (ministro de Seguridad) Dr. Daniel Cuenca haya pensado en mí, es una sorpresa grata”.
Controlados
Armas aclaró que no recibió demasiadas instrucciones sobre las funciones que debería desempeñar (en caso de aceptar y asumir el cargo), pero dejó su opinión personal sobre este tipo de estructuras.
“Creo que estos organismos sólo pueden tener eficacia en la medida en que se dé una cohesión dentro de una estructura superior, si hay apoyo político y un grupo que en cada área, camine en el mismo sentido”, manifestó.
Armas partió de la base de que “siempre los mecanismos de control son buenos; yo soy de los que piensan que los excesos en el control no tienen por qué traer inconvenientes, al contrario, es una mejora para todos. Después, el éxito o fracaso de la oficina se determinará en función del trabajo que se haga”, especificó.
El ex fiscal aclaró que no se trata de perseguir a los policías por los eventuales hechos de corrupción, sino de generar mecanismos para tratar de evitarlos.
“Se trata de reforzar el control precisamente con alguien que está apartado de la corporación. Eso le puede dar eficiencia y eficacia a la función, pero la idea es que la Secretaría no sea sólo eso, sino también un área que pueda trabajar sobre la prevención, agilizando mecanismos y creando normativas que permitan clarificar y transparentar situaciones y acciones de la policía, que hoy no son tan claras”, enfatizó. Para reforzar esta idea, Armas consideró que se apuntará a un rol “no sólo represivo frente a un hecho irregular, sino también a una potestad preventiva; también es una decisión política no reaccionar ante el hecho ya consumado, sino tratar de evitarlo”, sostuvo.
Que se sepa
Precisamente ayer y consultado sobre estos hechos de corrupción que involucran a hombres de las fuerzas de seguridad (como la presencia de un agente en un prostíbulo, en Rosario, o la fuga de presos en la Alcaidía de esa ciudad), el gobernador Hermes Binner evaluó como positivo que se pueda saber qué pasa dentro de la institución.
“Estos casos antes no se conocían, y desde que está Cuenca (al frente del Ministerio de Seguridad) hay toda una situación de esclarecimiento de muchos hechos que antes pasaban absolutamente desapercibidos”, afirmó.
El gobernador aseguró que “queremos que se conozca todo lo que pasa dentro (de la fuerza); creo que ésa es la base fundamental para construir una policía fiable y defendida por la población en su conjunto”.
“Nosotros no vamos a defender lo indefendible y sí vamos a promover permanentemente el esclarecimiento de los hechos para que la población tenga conciencia de lo que tiene, y también conciencia de que hay muy buenos policías a quienes tenemos que defender”, agregó.
Cuenca, por su parte, remarcó que “no hay protección política” de ningún tipo a cualquier accionar irregular, al mismo tiempo que calificó como “gravísimo” que se preste un servicio de vigilancia en un prostíbulo y prometió que “se va a investigar hasta el fondo” para determinar si los superiores del agente lo habían enviado a realizar esa tarea.