Una chaqueta perdida en la cordillera de los Andes por uno de los 16 sobrevivientes del accidente aéreo que sufrieron 45 uruguayos en 1972, fue hallada esta semana y pasó a ser uno de sus bienes más preciados.
``Me lo probé en la montaña y me queda perfecto'', dijo Eduardo Strauch a la AFP, apenas llegado a Montevideo de Mendoza, Argentina, desde donde partió en una expedición con una decena de aventureros extranjeros ávidos de conocer el lugar del accidente.
El 13 de octubre de 1972 se estrelló en la cordillera, en medio de una fuerte tormenta, un avión Fairchild F-227 de la Fuerza Aérea Uruguaya que se dirigía a Santiago de Chile con 45 pasajeros, la mayoría estudiantes y jugadores de rugby que iban a disputar un partido.
El accidente conmovió a Uruguay y el mundo, pues 16 jóvenes, que en ese entonces tenían entre 18 y 25 años, sobrevivieron por 72 días en terribles condiciones, resistiendo a la muerte, el frío, el miedo, los aludes y la falta de alimentos, que suplieron con carne humana.
La chaqueta de Strauch fue hallada el pasado jueves por el montañista mexicano Ricardo Peña, residente en Boston, que ha visitado varias veces el lugar, interesado por aquella tragedia que ha merecido la publicación de una decena de libros, la realización de varios documentales y de la película 'Viven' (Alive, 1993), de Frank Marshall.
En 2005 ``fui a visitar al avión uruguayo y fui a explorar. A 4.700 metros encontré el saco (chaqueta), que contenía su cartera y documentos''.
``Sentí como si estuviera profanando algo, así que tomé la cartera, dejé el saco y le pusimos unas rocas'', explicó Peña.
``Cuando me contacté con Eduardo para informarle del hallazgo, me dijo: '¿y el saco?, ¿no lo trajiste?'; y yo le dije: 'te lo voy a conseguir''', añadió.
A partir de ese momento nació una intensa amistad entre ambos hombres, y Peña intentó en 2006 y 2007 recuperar el saco sin éxito.
Pero esta vez, en ocasión de una nueva expedición a la montaña, Peña halló la preciada prenda de Strauch.
También encontró otra chaqueta verde con un peine, una navaja de afeitar y unos dólares en sus bolsillos.
En sus varias expediciones al lugar, Peña ha encontrado además el tren de aterrizaje, parte de un asiento y los plásticos rojos de las luces del avión.
Con esos hallazgos, ``se está aclarando más el accidente'', dice Peña, que considera que el avión se estrelló en un punto distinto al que hasta ahora se pensaba.
Asimismo, Peña se contactó con National Geographic y realizaron la travesía hecha por dos sobrevivientes -Fernando Parrado y Roberto Canessa- para buscar ayuda.
El 21 de diciembre de 1972, nueve días después de su penosa expedición rumbo al oeste, hacia los valles de Chile, los dos jóvenes se encontraron con un arriero, y el 22 y 23 de ese mes fueron rescatados los otros 14 muchachos.
Desde que se conocieron, Strauch y Peña realizan todos los años una expedición a la montaña con ``clientes''.
``Los clientes toman la historia, se inspiran en ella, me hacen preguntas'', dice Strauch. ``Se comparten las circunstancias de la vida de uno. Es una forma de compartir la historia''.
El hallazgo de la billetera y la chaqueta ``me ha movilizado'', dice Strauch, a quien no le molesta que la peripecia vivida hace 35 años, calificada por muchos de ``milagro'', se resista al tiempo y al olvido, volviendo siempre con fuerza al presente.