La Cámara de Diputados de Uruguay aprobó esta madrugada la norma que declara que los delitos cometidos durante la dictadura militar son de lesa humanidad, y por lo tanto imprescriptibles, de acuerdo a los tratados internacionales de los que Uruguay es parte, lo que en los hechos anula la denominada Ley de Caducidad.
La votación se concretó a las 2:15 de la madrugada, tras un arduo debate, con 50 votos positivos, todos del gobernante Frente Amplio, sobre 91 legisladores presentes.
La iniciativa había sido aprobada anteanoche en el Senado, también tras un arduo debate, de modo que la Cámara de Diputados también resolvió comunicar hoy la aprobación al Poder Ejecutivo para que la ley pueda ser promulgada, informó el diario montevideano El País.
En los hechos, significa el primer paso para dejar sin efecto la ley de Caducidad, vigente desde marzo de 1985 y cuya derogación fue impulsada sin éxito en dos consultas populares: en 1989 y 2009.
La iniciativa que restablece la pretensión punitiva del Estado, permitirá que el Poder Judicial siga adelante con los casos de violaciones a los derechos humanos durante la dictadura (1973-1985), delitos que prescribirían el próximo martes 1 de noviembre.
Más allá de la oratoria aplicada por los legisladores, la sesión se condujo por carriles normales, ya que los coordinadores del oficialismo y la oposición habían acordado horas antes del comienzo no llevar las cosas a una confrontación dura.
Aún así, hubo algunas escaramuzas políticas sobre todo entre el Partido Nacional y el Frente Amplio, no por el contenido del proyecto, sino por los contactos con los militares en los meses de 1983 previos a la apertura democrática, en lo que se conoce como pacto del Club Naval.
En uno de los momentos de mayor tensión, el nacionalista Jorge Gandini sostuvo que en esas conversaciones a la que asistieron todos los partidos menos el suyo "se pactó la impunidad". Su colega nacionalista Pablo Iturralde añadió que la ley de Caducidad "es producto" del pacto del Club Naval, lo que irritó al oficialismo.
El diputado frenteamplista José Bayardi advirtió al Partido Nacional que no ingresaría en una revisión histórica para evitar discusiones mayores. "Eso es tergiversar la historia", dijo.
Luego, y antes de que tomara la palabra el diputado blanco Gustavo Borsari para leer un editorial de 1973 del diario El Popular, el presidente de la Cámara, Luis Lacalle Pou, decidió suspender la sesión por cinco minutos para "calmar los ánimos".
Fuente: Télam