Raúl Florentín, el empresario del rubro inmobiliario de la ciudad de San Justo que le alquiló la finca al italiano acusado de narcotráfico, contó cuál fue su vínculo con el cliente y cómo fue que llegaron a cerrar un trato comercial.
El titular de la firma Florentín Negocios Inmobiliarios reconoció que “hicimos una presentación espontánea ese viernes -8 de mayo-, en Reconquista”, donde mostró ante el juez Eduardo Valiente el precontrato de alquiler firmado por Arturo Luglietto el 11 de noviembre de 2008.
El italiano “nos contactó por teléfono el 10 de agosto” del año pasado porque “querían alquilar o comprar en ruta Nº 11, desde Reconquista a Santa Fe. Como no encontrábamos el lugar en el que querían invertir se les termina alquilando el campo de 20 hectáreas que está en Colonia Francesa”. Las negociaciones se iniciaron cuando “les mostramos por mail la propiedad y les interesó”. Entonces “llegan a la Argentina” para cerrar el trato.
Interesado por conocer qué haría Luglietto por estas tierras se enteró de que “era para instalar un vivero”, ya que según le dijo, se dedicaba “a la exportación de árboles”. La finalidad del terreno era “para la cuarentena de las plantas”, por lo cual “lo único que nos pidieron fue una bomba de agua y luz eléctrica”.
En noviembre “se hizo un precontrato por 8 mil dólares anuales, incluidos los gastos de la casa. Esa fue la única vez que vino a San Justo”, aseguró Florentín. Luglietto entregó U$$ 5.200 en efectivo y los U$$ 2.800 restantes los debía pagar en mayo, pero el operativo policial ocurrió primero.
Los extranjeros pretendían alquilar bajo el nombre de fantasía Cabrito SA, pero no tenían toda la documentación necesaria el día de la visita. La propiedad “se entrega los últimos días de diciembre”, y “unos días antes, la última vez que tenemos contacto con Luglietto, nos encarga la compra de algunos muebles usados, una heladera y mesada. Después no tuvimos más contactos”, cerró el entrevistado.