Ariel Durán
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Hasta hace unos días atrás, el PJ no entraba en razones. Los concejales Angel Piaggio, Rosana Zamora y José Lespinard habían cerrado filas y no autorizaban el tan mentado crédito. Zamora en un extenso comunicado- decía no a casi todo lo propuesto por el Departamento Ejecutivo, pero no aportaba ninguna solución. Hasta cuestionaba al banco que otorgaría el dinero a la Municipalidad, porque como garantía requería los ingresos por coparticipación provincial y nacional.
Zamora debería entender que no es descabellado que el banco pida las garantías que considere convenientes y apropiadas para asegurarse el pago de las cuotas mensuales. Al fin y al cabo, es un acto de comercio y como tal, deben respetarse de ambos lados, las condiciones impuestas.
Hubo acuerdo y el pavimento será una realidad para cientos de vecinos. Pero el año que recién comienza vendrá con muchas sorpresas en el Concejo. Hay como una idea fija de oponerse a casi todo por parte del justicialismo, con discusiones que en algunos casos, son menos criteriosas que una charla en un banco de la plaza Libertad. Se tendrá que entender alguna vez que los vecinos pretenden una oposición a conciencia y con argumentos sólidos y valederos, porque no es justo que cada vez que aparece un tema de relevancia (principalmente obras tales como gas, agua corriente, cloacas, desagües pluviales y hasta el mismo nuevo puente), el Concejo adquiere un desmedido protagonismo de la mano de tan sólo 8 ediles, frente a una tribuna que termina siendo convidada de piedra y que la componen 70.000 habitantes.
Definitivamente, el oficialismo debería entender que la oposición es saludable para cualquier gestión de gobierno y como órgano de contralor de los vecinos, pero la oposición se tendría que dar cuenta que una ciudad nunca tendrá un horizonte claro, si los pone nerviosos e inquietos las obras de envergadura que benefician a todos y que para bien o para mal, cada cuatro años es probable que se reflejen en las urnas.
Hoy el peronismo entendió que en toda discusión política hay que esgrimir argumentos contundentes, y fue precisamente Angel Piaggio -el de mayor experiencia- quien tuvo que salir a agradecer a sus propios pares del PJ el acompañamiento al proyecto, que tuvo cambios -que no hay dudas son de su autoría- y que fueron aceptados por el oficialismo.