El cardenal argentino Jorge Mario Bergoglio, enfrentado con el gobierno kirchnerista, cercano a los sectores desprotegidos y con posiciones contrarias al matrimonio homosexual, el aborto y la despenalización del consumo de drogas, se convirtió hoy en el papa Francisco I, el primer latinoamericano y jesuita en la historia de la Iglesia.
El purpurado fue presidente de la Conferencia Episcopal Argentina entre 2005 y 2011, y chocó en reiteradas oportunidades con el kirchnerismo, que lo quiso poner ante la justicia por una causa vinculada al robo de bebés en la dictadura militar y otra por haber ‘entregado‘ a los sacerdotes jesuitas Orlando Yorio y Francisco Jalics, secuestrados por un grupo de tareas. ‘Hice lo que pude con la edad y la poca influencia que tenía‘, explicó sobre aquel episodio en una entrevista, una de las pocas que otorgó a la prensa.
Es considerado, ante todo, ‘un pastor‘, puso la arquidiócesis en estado de ‘misión‘ y exhortó a los porteños a no quedarse encerrados en la sacristía y salir al encuentro de los más necesitados tanto material como espiritualmente.
También mantuvo posturas fuertes en temas como aborto, matrimonio homosexual y despenalización de la tenencia de estupefacientes. El cardenal primado tomó siempre una posición cercana a las clases menos favorecidas, las víctimas de trata de personas y recientemente criticó a los sacerdotes que no aceptan bautizar a bebés extramatrimoniales.
En diversas oportunidades criticó fuertemente la corrupción y la trata de personas con imágenes fuertes: ‘Se cuida mejor a un perro que a estos esclavos nuestros‘ o ‘la esclavitud está a la orden del día, hay chicos en situación de calle desde hace años, no sé si más o menos, pero hay muchos‘. Recordó que ‘hay chicas que dejan de jugar a las muñecas para entrar en tugurios de la prostitución, porque fueron robadas, vendidas o traicionadas‘ y criticó fuertemente el ‘limitar y eliminar el valor supremo de la vida e ignorar los derechos de los niños por nacer‘, mientras aseveró: ‘El aborto nunca es una solución‘. Se opuso a la liberalización de drogas y exhortó a los jóvenes a no creerles a ‘los mercaderes de la muerte‘.
Ex basquetbolista, ex bailarín oficionado del tango aunque con una fuerte inclinación por la milonga, entusiasta de las películas de Tita Merello y del neorrealismo italiano y, por cierto, fanático de San Lorenzo. A los 21 años cayó gravemente enfermo, no le detectaban el mal y creyó que se moría. Finalmente, le diagnosticaron una pulmonía severa y debió ser sometido a una ablación de la parte superior del pulmón derecho.
DYN