Productores de la localidad de Santa Isabel (localidad ubicada a 351 km de la ciudad de Santa Fe, en el departamento General López, en el extremo sur de la provincia) crearon un fondo para comprar equipos contra incendios en los campos.
El dìa lunes 1º de septiembre se realizó una reunión organizada por productores agropecuarios de esta localidad preocupados por la situación derivada de los incendios de pastizales y campos en el departamento General López. Previamente, a fines de agosto, se había realizado una charla en ese sentido convocada por los Bomberos Voluntarios de Santa Isabel debido al gran número de incendios de estas características que deben sofocar año a año, aunque cada vez con mayor asiduidad.
Tras el impactante incendio del sábado 30 de agosto, que consumió miles de hectáreas -se calculan unas 10.000-, el tema se retomó y se acordó realizar un aporte extraordinario, por única vez, de cinco pesos por hectárea para formar un fondo necesario para la adquisición de nuevos equipos para controlar este tipo de incendios.
Con estos aportes se compraría una autobomba especial para el combate de incendios forestales y de pastizales, además de un tanque de abastecimiento, los que serían utilizados por los bomberos de Santa Isabel ante la llegada de estas emergencias.
También se conformó una comisión de contralor de estos fondos, que serán recaudados por las cooperativas locales, la Cooperativa Agraria Unión y Fuerza de Santa Isabel y Teodelina Ltda. y la Cooperativa Agropecuaria de Santa Isabel Ltda.
Cabe indicar que este aporte no es obligatorio y que muchos productores, de los considerados "grandes", no se encontraban en la reunión, por lo que otra tarea a realizar es convencer a cada uno de ellos para que realicen sus aportes, ya que sin los mismos se dificultaría la compra de los equipos necesarios.
Sequía, viento y siembra directa
La persistente sequía, los fuertes vientos del sector noreste y los cambios en el manejo de la producción agropecuaria registrados en los últimos años, se combinaron el sábado 30 de agosto para generar una multiplicidad de incendios de campos que habrían comenzado en Cañada del Ucle y se propagaron por los distritos de Chovet, Murphy, Huges, Chapuy, Carmen, Elortondo y Santa Isabel, destruyendo sembrados de trigo, alambrados, vehículos y silobolsas con granos, además de matar a varias cabezas de ganado vacuno.
Con la llegada de la siembra directa han desaparecido los arados y el laboreo de la tierra, quedando sobre el suelo los rastrojos de las anteriores cosechas.
Los cambios profundos en el manejo del agro trajeron también la desaparición de miles de chacras y con ellas los molinos y los tanques australianos, como así también la facilidad de poner en movimiento tractores y herramientas para arar sobre los rastrojos y evitar que el fuego se expanda hacia otros lotes. Además, la mayoría de los equipos se guardan ahora en galpones ubicados en las zonas urbanas, lo que dificulta que los mismos demoren en llegar a los lugares en que se desarrollan los incendios.
Es evidente que el sistema de siembra directa, que pretende la desaparición del milenario arado, aún debe perfeccionarse. Posiblemente si los sembrados con esta modalidad fueran rodeados por una franja de tierra labrada, este tipo de situaciones serían menos frecuentes y virulentas. Mientras tanto, se apela a la compra de más equipos para combatirlas.