Más de seis décadas de carrera, éxitos al por mayor y una figura que recorrió el mundo. Esa fue Estela Raval, definida en la década del ’50 como la primera cantante pop de la argentina.
La trayectoria de Palma Nicollina Ravalo (su nombre original) estuvo sin lugar a dudas marcada por Los Cinco Latinos, el grupo de baladas que surgió en 1957. Sin embargo, su relación con la música se había forjado mucho tiempo antes. De chica, junto a su hermano el Colorado Manuel Ravallo recorrió el país interpretando temas folclóricos.
Luego, también tuvo tiempo para introducirse en el mundo del jazz; además de ser distinguida como la mejor cantante de jazz de Argentina en 1955, moverse dentro de ese género le permitió conocer a quien luego sería su marido: Ricardo Romero, figura clave para Estela, quien además era trompetista.
La formación de los Cinco Latinos, propulsada por la discográfica Columbia Records (que quería replicar el fenómeno de Los Plateros en Latinoamérica), fue un éxito rotundo. “Solamente tú”, la versión en español de “Only You”, primer simple del grupo, fue la muestra cabal del fenómeno. Maravilloso, maravilloso, primero long play fue un éxito de ventas.
Las giras latinoamericanas fueron cada vez más extensas y las recepciones en los diversos países a los Cinco Latinos eran dignas de figuras de nivel. Tres años de rotación por otros países hicieron que la vuelta al país en 1961 fuera acompañada por el júbilo popular. Ese fue el marco previo al surgimiento del séptimo disco de la banda, Los Fabulosos Cinco Latinos, que contaba con “Balada de la trompeta” tema icónico de la altura de Raval como cantante y de Romero como trompetista.
El éxito del conjunto se extendería a Europa –en particular a España- e incluso llegarían a tocar en el programa televisivo de Ed Sullivan en Estados Unidos en 1962. Sin embargo, para 1969, cuando sus recitales seguían siendo igual de convocantes, llegó la separación tras un último show en el Hotel Hermitage de Mar del Plata.
A partir de allí, y por más de una década, Estela junto a su marido encararía su carrera como solista. Nuevos discos saldrían, en dos oportunidades acompañada por el trío Los Panchos. El teatro y la televisión comenzaron a ser espacios habituales para ella, y en 1973 se llevaría el Martín Fierro. Las baladas y el bolero seguían formando parte de su repertorio.
En paralelo al Mundial de fútbol de 1982 en España, la propuesta de reunir a los Cinco Latinos se llevó a cabo, pero de allí en más serían “Estela Raval y los Cinco Latinos”. La vuelta estuvo nuevamente acompañada por gira por Latinoamérica.
En 1988 Estela y su marido Ricardo Romero se separan, y ese fue un punto que marcó a la artista. “Yo cantaba para la gente, medio sin pensar, y de pronto creí que todas las canciones estaban hechas para mí. Traté de ser fuerte y me he mantenido en un escenario, pero me enfermé” le dijo a Clarín en 2007, dándole lugar al otro punto que marcó sus últimos diez años: su batalla contra el cáncer. “La angustia se traducía en un dolor enorme en el pecho. Terminé teniendo cáncer de mama.”, afirmó.
Así, sus últimos trabajos estuvieron marcados por esta pelea. Los nombres de los discos lo atestiguan: Adelante y ¡Vivir con todo! Justamente el primero ganó el premio Gardel a Mejor Álbum romántico en el 2003, ganó disco de oro y en la presentación del disco, la serie de shows en el Teatro Astros llevaron a una multitud, hecho que se reflejó en un DVD que salió en el 2006.
Sin embargo, los shows fueron progresivamente tomando otra significación luego de que se conociera su enfermedad. Es que según contó en una entrevista en el 2009, otras personas que padecían cáncer se acercaban a ella: “Muchas de las que están enfermas te abrazan de una manera como que quieren contagiarse de la misma vitalidad. Me agarran como a una tabla salvadora. Quisiera tener el poder para ayudarlas, pero claro que no soy ninguna sanadora”.
Según Estela, la música fue el rincón a partir del cual se armó de fuerzas para la lucha, y en particular desde uno de sus hits, que también cobró otro color en los recitales de la última década: “Resistiré”. Y vaya si resistió al seguir llenando escenarios para con su voz regalar momentos de felicidad.
Fuente: Clarin.com