Miguel Angel Pierri, el abogado de Damián Ferrón, uno de los tres jóvenes asesinados en General Rodríguez, reveló hoy que se comprobó que Ariel Vilán, quien anoche falleció al caer de un noveno piso en Boedo, se había reunido con otra de las víctimas, Sebastián Forza, el último día en que fueron vistos con vida.
Por otra parte, Pierri pidió que la investigación judicial, a la que calificó de “deficitaria”, pase al fuero federal en lo criminal y correccional, y que se implemente en forma “urgente” un plan de testigos protegidos, al considerar que de lo contrario nadie se va a animar a hablar.
El abogado, en diálogo con radio Continental, estimó que tanto su defendido como otro de los asesinados, Leopoldo Bina, “llegaron tarde al ‘negocio’ que supuestamente ya realizaba Forza, ‘y lo pagaron con sus vidas’”.
Pierri reveló que “anoche” pudo constatar que el cuarto fallecido en el misterioso caso, Ariel Vilán, “se reunió con Forza el 7 de agosto a las 11 de la mañana”, el mismo día en que Forza, Ferrón y Leopoldo Bina desaparecieron, para ser hallados sus cadáveres acribillados a balazos seis días más tarde.
El abogado cuestionó duramente la investigación que lleva adelante la Justicia actualmente al señalar que “no tenemos nada, la fiscalía pidió medidas procedentes pero tardías”, como el hecho de ordenar el allanamiento de las oficinas de Forza “trece días después” de las desapariciones.
“Llegó el momento de que empecemos a hablar de medicamentos, del ANMAT, de precursores químicos, de sicariatos, de cartelizaciones”, sostuvo el abogado, quien señaló que por ello cree que “esta causa debe pasar a la justicia federal en lo criminal.
Inidicó que se sabe que el joven que falleció ayer presuntamente al suicidarse arrojándose desde un noveno piso, “era titular o gerente de Unifarm, y estaba vinculado con Forza”.
Afirmó además que Vilán tenía un auto Minicooper, que no era el que utilizaba Forza, y que no estaba pagado.
Según versiones conocidas hoy, Vilán habría sido importador de la droga efedrina. El joven murió anoche, y el portero del edificio del que se arrojó, dijo hoy a la prensa que se lo veía “muy, muy preocupado” en los últimos días.
En relación con las actividades de Forza, el abogado Pierri dejó traslucir sus sospechas de que tenía algún tipo de protección, al advertir que se le comprobó que había librado “al menos cuatrocientos cheques sin fondo y nunca le cerraron la cuenta” y seguía operando con normalidad.
“La trayectoria de Forza y de Vilán es totalmente homogénea”, sostuvo, y consideró que las otras dos víctimas del triple crimen, Ferrón y Bina, “llegaron tarde al ‘negocio’ y lo pagaron con su vida porque ‘sus patrimonios eran totalmente distintos’”.
“Forza y Vilán tenían una disponibilidad de chequeras y un manejo financiero que no tiene un ciudadano común, y quién le daba créditos y por qué Forza no tenía un solo pedido de quebra personal es algo más que debe investigarse”, señaló Perrón.
“Eran jóvenes que no tenían una vida regular y estaban vinculados con gente muy pesada”, advirtió y señaló que por ese motivo, la Justicia debería implementar en forma urgente el plan de testigos protegidos porque en las actuales circunstancias esitmó que nadie se animará a aportar datos que esclarezcan las muertes.
Fuente: DyN