El gobierno propone reducir a 90 centímetros el distanciamiento en las aulas
El ministerio de Educación de la Nación definió la propuesta que presentará ante el Consejo Federal para modificar los protocolos sanitarios para las clases. Contempla tres escenarios posibles, que cada jurisdicción podrá adicionar.
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El ministro de Educación de la Nación, Nicolás Trotta, junto con la secretaria de Educación, Marisa Díaz; la secretaria de Evaluación e Información Educativa, Gabriela Diker; y el director Ejecutivo del INET, Diego Golombek, mantuvo un encuentro con el Consejo Asesor para el Regreso a las Clases Presenciales -integrado por expertas y expertos, el comité ejecutivo del Consejo Federal de Educación (CFE) y representantes de organizaciones sindicales-, a fin de poner en común las sugerencias de las jurisdicciones educativas para definir la propuesta con las modificaciones de los protocolos sanitarios con el objetivo de intensificar la presencialidad en las aulas a partir del 1 de septiembre.
Las modificaciones propuestas a los protocolos vigentes, definidos en la resolución nº398/2021, serán presentadas este jueves en una nueva asamblea del CFE. Estos cambios propuestos responden a la mejora de los indicadores epidemiológicos junto al avance en el proceso de vacunación y el aumento de las temperaturas en el territorio argentino, lo cual ofrece una posibilidad de dar paso a nuevas instancias que continúen fortaleciendo la presencia en las aulas.
Durante su exposición, el ministro Trotta expresó: “A partir de lo que ha sido la mejora de los indicadores sanitarios y epidemiológicos en las últimas 13 semanas y el avance del proceso de vacunación, hemos avanzado con aval de las y los especialistas en esta propuesta que nos permitirá continuar intensificando los niveles de presencialidad”. Y agregó: ”La norma es fundamental pero está para ser cumplida, entonces tenemos que lograr que cada uno de los puntos establecidos, los veamos en la realidad que enfrentan cada una de nuestras escuelas”.
Las alternativas propuestas surgen de la firme convicción de que se debe intensificar la presencialidad escolar sin renunciar al cuidado de la salud. Se debe enfatizar en la flexibilización del distanciamiento físico, siempre y cuando se incrementen el resto de las medidas.
Las alternativas planteadas
La propuesta contempla tres escenarios posibles y refiere a condiciones mínimas, sobre las cuales cada jurisdicción podrá adicionar otras medidas que considere convenientes:
Condición óptima: En el caso de que las escuelas puedan asegurar la presencialidad completa manteniendo una distanciamiento físico de 1.5 m entre estudiantes, sin dejar de ventilar, asegurar el uso de mascarillas y la higiene de manos. Para mantener esta distancia es necesario aprovechar al máximo el mobiliario escolar en toda su extensión.
Condición admisible: En el caso de que no sea posible asegurar el distanciamiento de 1.5 m para una presencialidad plena, se tomará una distancia física de 0.90 m entre estudiantes en las aulas, manteniendo el requerimiento de 2m en los espacios comunes y con el cuerpo docente. En este caso, aumenta el requisito de ventilación, no solamente manteniendo abiertas ventanas y puertas sino incrementando el tiempo de ventilación entre clases.
Excepciones: Solo en el caso de que no sea posible mantener un distanciamiento físico de 0.90 m entre estudiantes, se podrá mantener una distancia menor; y las excepciones podrán aplicarse en contextos de bajo riesgo epidemiológico y con adecuada cobertura de vacunación en la población general. No obstante, estas excepciones deberán ser acompañadas de las siguientes medidas obligatorias: mantener e incrementar el resto de las medidas implementadas; la distancia entre estudiantes y docentes, así como entre docentes, se deberá mantener en 2 m; el distanciamiento en zonas de uso común, incluyendo comedores, no podrá ser menos a los 2 m y agregar estrategias preventivas adicionales.
Estas últimas deben incluir la realización de testeos en la comunidad escolar, el uso de doble y triple barbijo, asegurar que la superficie mínima por estudiante en el aula sea de 1 m2, realizar el rastreo de contactos en el caso de aparición de síntomas, la utilización de medidores de CO2, el control de las condiciones sanitarias de la localidad, la obligación de informar los parámetros de los testeos semanalmente en la plataforma Cuidar Escuelas.
En cuanto a los testeos, podrán consistir en pruebas de presencia de antígenos correspondientes al virus SARS-CoV-2. Dichas pruebas se realizarán en muestras aleatorias de un 10% de la población escolar, con una frecuencia semanal. En el caso de detectar los antígenos correspondientes se procederá a suspender las clases presenciales en la cohorte que los haya presentado, aislando preventivamente a estudiantes y docentes que hayan estado en contacto estrecho.
Por último, todo lo que se refiere al uso de medidores de CO2, su implementación y recomendaciones se encuentran detallados en la guía presentada como Anexo de la resolución CFE 398/21.