Cuatro historias de jóvenes que volvieron a la "facu" reinventados por la virtualidad
En el actual contexto del coronavirus, hubo diversas situaciones que debieron sortear los estudiantes. Mientras que para algunos marcó el fin de sus estudios, otros se vieron beneficiados con la "nueva normalidad" y la bimodalidad.
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11:27
La pandemia del coronavirus que comenzó en 2020 llevó a que muchas aspectos de la vida cotidiana se frenarán, cambiarán y se reinventaran. La educación desde el inicio debió encontrar la manera de acomodar la situación que se estaba viviendo para poder continuar con el aprendizaje a nivel terciario y universitario.
La virtualidad se hizo presente haciendo que profesores y estudiantes debieran adaptarse a la nueva realidad. Si bien no es nuevo hablar de carreras virtuales, tampoco era una alternativa que se daba en todas las carreras, debido a que muchas eran 100% presenciales.
Estas últimas debieron enfrentarse al desafío de suplir la vivencia dentro del aula, lograr el intercambio entre docente y alumnos que favorece la transmisión de conocimientos. La virtualidad permitió que todas las carreras se cursan virtualmente.
El Ministerio de Educación de la Nación presentó, a través de un informe, que entre el 85% y el 90% de los 2.300.000 estudiantes del sistema universitario pudieron cursar sus materias en el formato virtual por la pandemia de coronavirus, pese a que seis de cada diez docentes no tenían experiencia en el manejo de herramientas tecnológicas.
Por otro lado el secretario de Políticas Universitarias, Jaime Perczyk, dijo que las aulas híbridas "son el futuro de la educación superior; todas las universidades fueron perfeccionando sus sistemas de educación a distancia, y la intención es que antes de fin de este año empiece a funcionar esta nueva modalidad de cursado".
En este contexto de bimodalidad, hubo diversas situaciones que se presentaron. Mientras que para algunos estudiantes de grado es la "nueva normalidad" y se beneficiaron de ella, para otros significó el fin de su carrera académica.
El Litoral dialogó con personas que se vieron beneficiadas con la virtualidad para poder retomar sus estudios universitarios y contaron su experiencia. Desde por qué dejaron en su momento hasta qué los motivó para comenzar a estudiar nuevamente.
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"Esperanza de volver"
Gisela Bacilio (36 años) es oriunda de Santa Fe capital, aunque actualmente se encuentra viviendo en Federación, Entre Ríos. Por circunstancias de la vida dejó sus estudios, pero "este año que el trabajo se volvió virtual, me dio la posibilidad de volver a inscribirme", contó a este medio.
Si bien no retomó la carrera que había abandonado, se inscribió en otra que abarcaba algunas materias de la misma: "Yo estudiaba Licenciatura en Psicología en la UNER y tenía que viajar todos los días para ir a cursar, lo que implicaba mucho tiempo y no me permitía hacer otras actividades. Cuando comencé a trabajar tuve que dejar la universidad y nunca más pude retomar".
"El año pasado, a partir de la pandemia, las actividades se volvieron todas virtuales -los cursados, los exámenes- y lo mismo ocurrió con el trabajo. Eso me permitió estar más tiempo en casa, y ahí es que tomé la decisión de retomar la universidad, en el mismo establecimiento, pero dentro de la tecnicatura Psicogerontología", relató Bacilio.
La pandemia imposibilitó muchas cosas, pero también brindó posibilidades como ésta: la de poder estudiar. Otro factor favorable -explicó la joven-, es la reducción de gastos, ya que "el acceso al material de estudio, que siempre es mucho y muy costoso no afectó al bolsillo, al obtenerlo de manera online y estar todo digitalizado. Sumado a ello, que se pudo cursar desde casa, de lunes a viernes y con horarios accesibles y rendir vía Zoom. Todo esto llevó ahorrar dinero y tiempo".
"En mi caso particular- reflexionó la entrevistada-, toda esta situación me permitió retomar la esperanza de volver a la universidad, que para mí es fundamental en la vida de una persona, sobre todo en lo que tiene que ver con la formación académica y humana".
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"No podría haber estudiado sin estar on line"
Por su parte, Imanol Sánchez (26 años), vive en esta capital y estudia Profesorado Artes Audiovisuales en el Instituto de Cine y Artes Audiovisuales. Comenzó en 2019 la carrera, pero había iniciado con algunos trabajos y se le complicaba continuar el ritmo de estudio.
El joven estudiante explicó que "no podría haber estudiado el 2020 si no hubiera sido por la opción de la virtualidad. Esto me incentivó para poder estudiar en los momentos que tenía libre y cumpliendo con las pautas de entrega semanales", contó Sánchez.
"La opción de continuar los estudios desde la virtualidad me pareció adaptada a éstos nuevos cambios de paradigma, es una oportunidad única para quienes necesitamos trabajar y queremos seguir aprendiendo", expresó Sánchez.
El joven hizo hincapié en que, "si hubiera una estructura en la que cada alumno tuviera una notebook y conexión WiFi, se podría democratizar el conocimiento y adaptar la enseñanza a los tiempos que corren".
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Volver, pese a todo
Mirta Ramírez tiene 45 años nació en Santo Tomé, pero vive hace 27 años en la ciudad de Santa Fe, donde se mudó por estudio. "Luego de rendir mi última materia en 1998, retomé como ingresante en el 2021, en la carrera de Ciencias Económicas. Había comenzado mis estudios en 1994 con el curso como un propedéutico, y abandoné la carrera por situaciones personales", contó.
"El retomar la carrera siempre estuvo presente. Lo que más me incentivó es que hoy mi hija mayor tiene 18 años, y se encuentra cursando Abogacía. Cuando ella terminó la secundaria el año pasado y se decidió a estudiar, dije: 'Éste es mi momento', expresó, al tiempo que señaló: "Fue un desafío acompañarnos la una en la otra en esta nueva etapa".
"Retomar los estudios fue raro, pero estoy súper contenta, tanto con mis compañeros como por el apoyo de los profesores, porque más allá de que esta virtualidad nos tiene distanciados, nos mantiene juntos. No nos conocemos, pero vamos creando vínculos, que se reforzarán el día que podamos volver a la presencialidad", aseguró.
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"Todo un desafío"
Melina Leiva es vecina del barrio Alto Verde y tiene 30 años. "Estudié en 2009 la carrera de Ciencias Políticas, cursé dos años y abandoné porque elegí trabajar. Este año comencé la Licenciatura en Administración de Salud", inició relatando su experiencia la joven estudiante.
"Lo que me incentivó a retomar los estudios fue que al cursar de modo virtual, me permitía seguir trabajando. Fue todo un desafío, pero el apoyo de los estudiantes, la flexibilidad de los maestros en la facultad, es algo para destacar. Mientras que ahora ante la vuelta a la presencialidad, me espera otra tarea, porque me debo acomodar a los horarios, y mi trabajo", puntualizó.
El contexto de pandemia desde un primer momento rompió con la cotidianidad de las personas, donde casi de manera improvisada, en su gran mayoría, la sociedad se sumergió en la virtualidad dentro de los diferentes ámbitos de la vida, ya sea por el estudio, el trabajo y hasta las reuniones con familiares y amigos. En este sentido, las herramientas tecnológicas como las apps, que antes para muchos eran desconocidas, pasaron a ser de uso corriente.
En el caso particular de la educación terciaria y/o universitaria, también padeció este repentino aislamiento social, un acontecimiento que obligó a las casas de altos estudios a plantearse algunas propuestas de cómo llevar adelante el ciclo académicos. Esto permitió a los jóvenes combinar tiempo libre, trabajo y estudio. También, contribuyó a reducir los gastos, tanto en traslado, como alquileres y apuntes.
Lo cierto, es que este nuevo modo de estudio aún sigue siendo uno de los más cuestionados, ya que en la actualidad no todos los estudiantes tienen accesibilidad a internet o cuentan con una computadora, por lo que de esta manera se ve obstaculizado el alcance a dicha educación.