El equipo docente del colegio n°8031 "Nuestra Señora del Calvario" se manifestó a través de una carta por los recientes anuncios orientados a la restructuración del sistema educativo provincial. Reclaman participación en el diseño de las propuestas pedagógicas y sostienen que hacen falta recursos para su implementación. A continuación, el escrito:
"Frente a las medidas de fuerza convocadas por los gremios docentes que nuclean a las escuelas de gestión privada y pública, es necesario y urgente visibilizar nuestras preocupaciones ante los reclamos que abrazan al sector.
Mirá tambiénQué repercusiones trajo la medida de eliminar la repitencia en las secundarias de Santa FeDesde hace un tiempo la educación viene sufriendo cambios importantes. Estas transformaciones se presentan como propuestas que benefician a los estudiantes y a los equipos docentes, que habilitan nuevos modos de pensar la práctica educativa, que generan una democratización del saber y que respetan la trayectoria de todos los sujetos de la educación. Nadie podría dudar de semejantes postulados, donde la educación se presenta como un derecho de todos. Entonces nos preguntamos; ¿cómo son las realidades actuales de las escuelas?, ¿en qué situación están los edificios escolares?, ¿con qué equipos docentes cuentan las instituciones?, ¿en qué condiciones llegan los estudiantes?, ¿cuál es la capacitación que reciben los equipos docentes para concretar las políticas ministeriales en el aula?, ¿cómo acompañan las familias? y así nos podríamos llenar de miles de preguntas y un gran vacío de respuestas que ponen en jaque estos postulados.
Las políticas educativas vigentes plantean discursos pedagógicos que no se reflejan en el día a día de los docentes y no por falta de voluntad sino por ausencia de recursos que acompañen la viabilidad de algunas propuestas. El nuevo mecanismo de "avance continuo" que en palabras de la ministra de educación "contará con distintos formatos, tutorías, con más recursos humanos puestos en la escuela, con mejores recursos tecnológicos y pedagógicos, con asesoramiento didácticos"; lograr una tasa de
escolaridad plena, entender el sistema educativo como "tramas educativas" (con la relevancia del significado), extender la carga horaria en el nivel primario, todas propuestas que ficcionan la realidad educativa; nos deben interpelar, nos obligan a hacer un llamado a la reflexión urgente como familia, escuela y sociedad.
La lucha de los docentes es diaria en las aulas, todos los días, enfrentándonos -por momentos- a imposibles, con distintos avatares, con el descrédito de la profesión; no solo social sino también, vinculado a ello, desde el punto de vista salarial.
Es imprescindible que la autoridad ministerial convoque democráticamente a la participación y diálogo sobre reformas estructurales en el sistema educativo, que se exponen primero de modo unilateral e inconsulto en los medios de comunicación y en algunos casos, exclusivamente.
La educación no puede ni debe auspiciar de telón, de velo a las profundas falencias de nuestro sistema político".