Una vez más, la vida privada de Wanda Nara volvió a ocupar los zócalos de los programas de la tarde. Si bien en este caso no se trata de su relación con el futbolista Mauro Icardi, la información circulante gira en torno a un romance que mantuvo la ahora empresaria con el humorista Álvaro Navia en los comienzos de su carrera como vedette.
Nara y Navia se conocieron Wanda durante una temporada de verano, en 2007. Por aquellos tiempos, el cómico integraba el cartel en la obra teatral “La familia de Iliana hace sonar la campana”, cuya figura principal era Iliana Calabró.
Según contó el productor de aquel espectáculo Gustavo Benzaquén, el vínculo fue fugaz y pasajero. De hecho, al poco de terminar el amorío, el actor se enamoró perdidamente de la bailarina Vanina Escudero, su actual esposa y madre de sus dos hijos.
Asimismo, Benzaquén contó que Wanda Nara no se habría tomado tan bien la ruptura. Para ilustrar esa tesis, el agente compartió una anécdota que, de ser cierta, expondría el malestar que sintió la mediática al ser abandonada.
“El humorista tenía una quinta en Constitución alquilada donde pasamos un fin de año. Ya habían dejado de estar juntos. Ella tenía un New Beatle y por celos lo dejó a propósito en una cochera de la casa quinta para que cuando llevara la nueva pareja (Vanina Escudero), viera que ella estaba ahí adentro”, relató el prensa.
Al mismo tiempo, develó que “él la deja porque formó una familia con dos hijos que ya lleva casi 15 años”, en relación al vínculo que Álvaro “Waldo” Navia construyó con Escudero. “Él es un gran tipo, muy familiero. Era un touch and go. Él estaba muy enamorado de Vanina y lo sigue estando”, cerró el productor teatral.