Un profundo dolor atravesó al ambiente artístico santafesino este primer lunes de marzo: el escultor Roberto Favaretto Forner fue hallado sin vida en su domicilio del norte de la ciudad. Tenía 85 años de edad.
A lo largo de más de seis décadas de trabajo, construyó un prolífico legado, no solo como artista y educador sino también como defensor del patrimonio histórico.
Un profundo dolor atravesó al ambiente artístico santafesino este primer lunes de marzo: el escultor Roberto Favaretto Forner fue hallado sin vida en su domicilio del norte de la ciudad. Tenía 85 años de edad.
Favaretto había nacido en San Justo el 10 de febrero de 1939 y dedicó más de 60 años de su vida a enriquecer el panorama artístico tanto de Santa Fe como de Argentina. En efecto, hace pocas semanas escribió en su cuenta de Facebook: “cumpliendo mis 65 años de actividad artística, cultural y pedagógica”.
Forner, además de ser un reconocido escultor, fue un referente en la enseñanza de las artes visuales. Se desempeñó como profesor en instituciones municipales, provinciales y nacionales, así como en la enseñanza privada. Desde temprana edad, Forner demostró un talento que cultivó a través de becas y oportunidades de perfeccionamiento en Argentina y Europa. Su formación multicultural influyó en su obra, que abarcó tanto la figuración como la abstracción, destacándose por su versatilidad y habilidad técnica.
Roberto Favaretto Forner fue uno de los grandes referentes de la cultura santafesina. Mis condolencias a su familia y amigos.
— Juan Pablo Poletti (@juan_poletti) March 4, 2024
A lo largo de su carrera, realizó más de cien exposiciones individuales y participó en más de quinientas colectivas, tanto en su país como en el extranjero. Su obra, marcada por la diversidad temática y estilística, recibió más de setenta premios, incluidos quince primeros premios del Fondo Nacional de las Artes y reconocimientos de instituciones oficiales y privadas.
Su contribución al ámbito cultural trascendió las fronteras del arte, siendo reconocido con distinciones y galardones a nivel municipal, provincial y nacional. La presidencia de la Nación lo honró al invitarlo a exponer en lugares emblemáticos como el Salón Blanco de la Casa Rosada, donde su obra brilló junto a la de otros destacados artistas argentinos.
En sus apariciones públicas, el escultor sanjustino solía insistir en sus reclamos por el estado de abandono y desidia de algunos monumentos o emblemas de la ciudad de Santa Fe. En 2016 se había reunido con el entonces gobernador Miguel Lifschitz porque deseaba donar su casa y obras para hacer un centro cultural en Las Flores.
El año pasado, El Litoral lo convocó, junto a otros artistas santafesinos, para participar en una producción especial por los 450 años de la ciudad. Se les pidió una reflexión sobre la ciudad que los inspira, su presente, y sus miradas hacia lo que serán los próximos 50 años. En ese texto, puso de manifiesto nuevamente su compromiso con la ciudad y la amistad que mantuvo con quien fuera uno de sus mentores, el doctor Agustín Zapata Gollán.
Las creaciones de Forner engalanan ciudades de Argentina y más allá, desde monumentos en Bélgica e Italia hasta obras en Buenos Aires, Resistencia, Córdoba y otras provincias argentinas. En Santa Fe, su legado se manifiesta en monumentos a figuras históricas. La partida de Favaretto Forner deja un vacío irremplazable en el mundo del arte argentino.
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