"Cerrar los ojos" y otros relatos que exploran la esencia invisible del siglo XXI
Mediante cuatro textos, narrados en primera persona, el autor ficciona sin ningún tipo de velo una mirada testimonial sobre LGBT, el BDSM, el feminismo y el materialismo histórico. Edita des/nudo Editorial Digital.
“Cerrar los ojos” es el primero de los cuatro relatos que componen el libro. Narrado en primera persona, un exitoso crítico de cine decide apagar la luz y dejar de ver. Los ojos se le volverán órganos obsoletos. Foto: Gentileza
“Cerrar los ojos” es el primero de los cuatro relatos que componen el libro. Narrado en primera persona, un exitoso crítico de cine decide apagar la luz y dejar de ver. Los ojos se le volverán órganos obsoletos. Es el fin del milenio y pronostica lo inevitable. Un mundo que verá más de la cuenta y del cual ya no quiere pertenecer. Se deconstruye, desde el cine que lo formó hasta el cine que lo sentenció ( Abre los ojos de Alejandro Amenábar 1997 y Ojos bien cerrados del maestro Stanley Kubrich 1999, marcan el punto de llegada). Un relato sensorial, anclado en la voz de un narrador que funciona como instancia psíquica que guía y ordena.
“Lo esencial es invisible a los ojos” escribió Saint-Exupéry (El principito, 1943) en una línea que se convirtió en bandera de resistencia ante una sociedad de consumo que se impuso como gran Leviatán al mejor estilo de Thomas Hobbes. “A veces lo primitivo es esencia y prevalece. Un beso entre dos hombres, que se conocen, que han compartido parte de su vida”, escribe Marcelo Milman Pilnick. Una historia que desnuda con simpleza la ceguera del discurso amoroso y su naturaleza delirante.
¿Qué pasaría si todos dejásemos de ver?, es una pregunta filosófica que José Saramago buscó responder en Ensayo sobre la ceguera (1995), a través del par de ojos de la esposa de un médico, la única testigo.
En “Instrucciones para traer a un viejo amor sadomasoquista” el autor continúa con una prosa cercana a la oralidad, coloquial y casi confesionaria. Un hombre que no se resigna a la soledad ni al olvido de un amor tan fugaz y efímero como pasional. El universo propio le parece infinito y decide adoptar un gato, que como todo amor, irrumpe para dinamitar la tranquilidad del solitario equilibrio. El reencuentro con el amor perdido revive a medida que la mascota crece y la crónica sube el voltaje del relato, logrando el autor completar su goce con el ausente lector ocasional.
“En los sótanos sexuales donde anduve/ Y no se sienta agredido/ Si le hablo de estas cosas/ Y le miro el bulto/ No soy hipócrita” escribe Pedro Lemebel en la coloquial carta manifiesto, para sumergirse posteriormente en el barroquismo de su prosa hecha crónica. El autor chileno inicia un camino literario que muy bien parece adherir Marcelo Milman Pilnick en el tercer cuento de este puñado de historias,“La demanda”. El relato funciona como su propia carta manifiesto. Pedro lo hizo ante el Partido Comunista que lo rechazaba, Marcelo ante un movimiento feminista que no entiende de que van sus escritos. El autor alza su voz con la herramienta que tiene en la soledad de su cuarto, la notebook y el acto de escribir. La carta, su potencia y un final inesperado donde la elipsis eleva el libro al punto más alto.
El póquer de historias se cierra con “Proletariado libre” que es el relato más corto y crudo del libro. En él el autor ficciona la naturaleza opresora del contrato laboral, yendo hacia el punto ciego, donde las palabras no alcanzan y la angustia se sincera. Un llamado quizás tan imposible como necesario, la necesidad de lo inútil.
Así escribe Marcelo Milman Pilnick (fragmento de Cerrar los ojos)
En el año 1997 se estrenó la película Abre los ojos, del cineasta español Alejandro Amenábar, y en 1999 se estrenaba Ojos bien cerrados, del estadounidense Stanley Kubrick. O sea que podríamos decir que hacia el final del siglo XX se nos planteaba una disputa en torno a la mirada. ¿Qué hacer? ¿Abrir los ojos, o cerrarlos? ¿Cómo recibir al nuevo milenio? ¿Seguir mirando al mundo o alejar la luz de nuestras pupilas?
Soy crítico de cine, trabajo para medios nacionales y de afuera. Y soy bueno en lo que hago; ya pasaron un par de décadas de oficio y el reconocimiento llegó. He visto muchas películas. Infinidad de directores, actores, productores, guionistas, montajistas, y demás rubros.
Pero hoy mi elección es clara, cerrar los ojos. Voy a pasar todo el día con los ojos cerrados, como si fuera ciego. Es una experiencia que quiero atravesar. Llevo cincuenta años mirando mi vida, y a otras vidas dentro de mi vida, en el cine. O mirando miradas de los distintos directores. Y estoy un poco saturado, necesito un descanso, aunque sea breve.
Gentileza
La voz del autor
En diálogo con Marcelo Milman Pilnick afirmó que siempre le resultó incómodo nombrar sus influencias literarias, pero dejaron huellas en él “El Quijote (1605), de Cervantes; y dos lecturas contemporáneas argentinas: Vienen bajando, Primera antología argentina del cuento zombie (2011), prologada por Carlos Godoy; y Cómo me hice monja (1993), de César Aira”.
Sobre el cuento que le da título al libro reflexionó: “Con respecto al peso de la mirada en la actualidad, podemos leer unas líneas del relato Cerrar los ojos: ‘Porque la vista será el sentido, en cierto modo, privilegiado, sobre todo en nuestro siglo XXI, con sus pantallas infinitas e innovadoras, pero a veces lo primitivo es esencia, y prevalece’. El narrador habla de un beso entre dos hombres, y también se me ocurre mencionar la ley de Matrimonio Igualitario (2010) en nuestro país, hoy la homofobia no desapareció, pero es más difícil expresar una mirada crítica sobre el colectivo LGBTIQ”.
Sobre el autor
Marcelo Milman Pilnick nació en 1979 en la ciudad de Campana, provincia de Buenos Aires, pero vive en Rosario desde 1986. Cursó estudios en Periodismo (ISET 18, completo), y Letras (en curso). Ejerció el periodismo cultural en distintos medios de comunicación.
Publicó en soporte digital los libros electrónicos Cada rincón desnudo (poesía, 2011), Ellos deciden desear (narrativa, 2012), Llueve futuro en tus pupilas (poesía, 2013), Después (narrativa, 2014), La desnudez de los perros (narrativa, 2016), Subalterno Rey (narrativa, 2017), Duelo (narrativa, 2018), Chile Centro (crónica, 2019), Cuadernos de Poesía (Poesía, 2022) y el reciente Cerrar los ojos y otros relatos (narrativa, 2023).
Todos estos libros fueron publicados en formato electrónico por Desnudo Editorial Digital.
En 2019 publica La desnudez de los perros (narrativa) en papel, con Laborde Editor. Este libro representa para el autor el desembarco al soporte analógico, camino que continuará con las versiones en papel de des/nudo Editorial de Cuadernos de poesía y Cerrar los ojos y otros relatos.
Datos del libro
Título: Cerrar los ojos y otros relatos
Autor: Marcelo Milman Pilnick
Género: Narrativa
Soporte: digital (ePUB, PDF), papel
Año: 2023
Descripción: Cuatro relatos que a través del uso de la primera persona, exploran mundos relativos a lo LGBT, el BDSM, el feminismo y el materialismo histórico.
Sobre la editorial
des/nudo Editorial Digital es una editorial independiente que nace en mayo de 2012, en la ciudad de Rosario, Argentina.
El nombre del sello remite, por un lado, a la desnudez, a lo erótico; y, por el uso del prefijo de negación "des" en español, a lo que no tiene nudos, a lo que fluye en libertad.
Los libros electrónicos o eBooks son desarrollados con herramientas de software libre. Los formatos utilizados para estos son ePUB, acrónimo de Electronic Publication, y .PDF (Portable Document Format); y los mismos no cuentan con DRM (Digital Rights Managment) porque creemos que dificulta la experiencia del lector.
Recientemente la editorial comenzó a editar sus títulos también en soporte analógico, es decir, en papel.
Crónicas, Ensayo, Narrativa y Poesía son los géneros que abordamos por el sello editorial.
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