El británico, tan conocido por sus canciones como por su estilo extravagante y su compromiso filantrópico, fue reconocido junto a Bernie Taupin, su socio creativo, con el Premio Gershwin por su influencia en la música pop desde los 70.
Las canciones de Elton John, seguirán presentes “como antorchas que siempre llevaremos”. Foto: Archivo / Télam
El músico inglés Elton John (que cumplió 77 años esta misma semana) y el letrista Bernie Taupin, junto a quien formó una de las duplas creativas más originales del universo de la música de la década de 1970 en adelante, fueron honrados con el prestigioso Premio Gershwin a la Canción Popular de la Biblioteca del Congreso de los Estados Unidos, que también obtuvieron, entre otros Stevie Wonder, Joni Mitchell, Gloria Estefan y Paul McCartney. El galardón se justifica en el caso de John-Taupin por una producción musical que se mantuvo en armonía con su filantropía, especialmente por el trabajo de la Fundación Elton John contra el Sida.
Taupin con Elton John. Foto: Reuters
El recorrido que hizo este artista desde sus comienzos en la década de 1960 estuvo sobre todo marcado por la construcción de un personaje, algo que se aprecia muy bien en la película “Rocketman”, que con varias licencias repasa los acontecimientos más importantes de su vida. En sus presentaciones en público, este artista devenido hoy en una especie de monstruo sagrado del pop, hizo del uso de pelucas, los disfraces y sobre todo los anteojos extraños, casi surrealistas, un culto distinto a todo y por eso fascinante. Lo cual, unido a su carisma lo elevaron a ese olimpo de “showmans” capaces de llevar al público al delirio. A tal punto su personalidad impregnó su obra musical, que es difícil escindir una de la otra.
“A diferencia de las mutaciones camaleónicas de David Bowie que forjan su épica creativa e identitaria entre el tormento y el éxtasis, los juegos extravagantes de guardarropas de Elton John visualizan el placer y exhibicionismo hedonista de un pianista que ejerce de showman ante su público”, explica Carles Gámez en un artículo que escribió en 2023 para La Vanguardia.
Archivo / EFE
Las influencias
Desde sus primeras incursiones en la música, Elton John absorbió la esencia del rock and roll, un género que en paralelo con su adolescencia y juventud ganaba espacio a pasos agigantados. Y se alimentó de las melodías de pioneros como Little Richard y Elvis Presley, un referente de quien quedaría muy cerca en cantidad de discos vendidos, con una cifra que trepó hasta los 300 millones. La energía de estos precursores tuvieron correlato en el estilo de Elton, que lo modeló, sobre todo, a través de una presencia que tendía a ser insoslayable en el escenario. También las poderosas voces de Ray Charles y Aretha Franklin, tuvieron su marca en la obra del inglés, al igual que la música gospel, a través de su capacidad para crear armonías emotivas.
Aunque no está entre las decisivas, tampoco se puede subestimar la influencia que The Beatles tuvo en Elton John. De hecho, las melodías y las estructuras de las canciones del grupo de Liverpool encuentran cierto grado de continuidad en quien era apenas un adolescente cuando Paul, John, Ringo y George empezaban a cambiar el rumbo de la música del siglo XX al grito de “Love Me Do”. Elton comentaría años después que, pese a que al principio no creyó que The Beatles iba a llegar a ser tan grande, admitió que cuando salió al ruedo “We Can Work It Out”, canción que integra el disco ‘Revolver’ se convirtió inmediatamente en su favorita de la banda.
Archivo
Todo ese bagaje y la formación clásica en el piano, que dotó a su música de sofisticación y profundidad, hicieron de Elton un innovador, que llevó ese instrumento a nuevas alturas en los terrenos del rock y el pop. Sin embargo, sería injusto limitar su aporte solo a la música popular. Es que, por su condición inquieta, incursionó en el teatro y el cine con contribuciones de altísima calidad. Basta recordar “El Rey León”. Por todo eso, a través de los altibajos que tuvo en su carrera, Elton fue un ejemplo de inspiración y resiliencia, sobre todo porque su labor artística se complementó con la decidida intervención en causas humanitarias.
Generador de himnos
Entre las obras más valiosas de Elton John, cabe destacar “Crocodile Rock” (1972) de ritmo pegadizo y estilo retro, uno de sus himnos. Las baladas “Don't Let the Sun Go Down on Me” (1974) y “Sorry Seems to Be the Hardest Word” (1976), que fueron luego versionadas por varios artistas. “Don't Go Breaking My Heart” (del mismo año), dueto con Kiki Dee que fue un éxito internacional. “I'm Still Standing” (1983), canción optimista y pegadiza que incluye un mensaje de fortaleza. Y “Circle of Life” y “Can You Feel the Love Tonight” (ambas de 1994), escritas para la banda sonora de la película de Disney “El Rey León”, poseen un mensaje inspirador que está perfectamente anclado con el tono de la película.
Sin embargo, entre todas las canciones de Elton, hay una que posee matices conmovedores y se llama “Candle in the Wind”. Originalmente, era un homenaje a la actriz Marilyn Monroe, pero se transformó en un tributo a la princesa Diana tras su trágica muerte en un accidente de tránsito en París en 1997. La música de Elton John se convirtió en un consuelo para el mundo en una llama de esperanza en tiempos de oscuridad. Es que el mundo entero se había acostumbrado tanto a la belleza y carisma de la princesa británica, que su partida caló tan profundo, en otro sentido, que su boda con Carlos una década y media antes.
Archivo / Télam
Lo cierto es que, como demuestra el premio Gershwin, las canciones nacidas en el interior de la dupla John-Taupin seguirán presentes en la cultura popular, “como antorchas que siempre llevaremos”.
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