Entre peluches y frascos de compota Milena comparte a la niña sobre sus miedos, sus fantasías y la pregunta por un futuro incierto, y se debate entre dudas amorosas, entre fuertes analogías con el fondo del mar, su vida como un pulpo y hasta la metáfora de La Sirenita. El océano para Milena es un lugar de infinitas posibilidades y de peligros también, y a través de sus olas surfea en su propia búsqueda, entre los problemas económicos, éticos y emocionales de la adultez.
La reconocida Violeta Urtizberea, con la extensa carrera desde pequeña en Magazine For Fai, pasando por Gasoleros, Las Estrellas y Voley, dialogó con Mirador con la misma gracia que transmite en sus actuaciones, en una amena videollamada pocos días antes de traer su obra a Rosario este sábado, donde reconoció “mucha expectativa y también nervios”.
Si bien Violeta aseguró venir muy seguido a la ciudad a consumir recitales y disfrutar junto a amigos de Fisherton, esta es la segunda vez que se presenta con una obra teatral: “Hace 11 años estuve con la obra Ocho mujeres de José María Muscari, una obra que compartí escena con mujeres muy grandes, algunas de ellas ya no están con nosotros”. Allí actuaban María Leal, Norma Pons, Emilia Mazer, Cecilia Dopazo, Katja Aleman, Mónica Villa, Juana Repetto y Hilda Bernard.
La historia de la protagonista tiene algo del coming-of-age de joven a adulta, como en un paralelismo con la Alicia de Lewis Carroll, y sobre esto Violeta compartió: “Sin dudas hay una transformación en el personaje, atravesado por sus existencialismos, con una analogía de su vida con el agua, y eso se ve cuando ella le cuenta a la niña la historia de La Sirenita".
En torno a esta obra, la artista precisó que fue una conexión instantánea: “El texto lo encontré súper afín a mí. No conocía a Tamara Tenembaum, y al leerla me identifiqué, ya que son los divagues de una niñera con la niña, y yo estaba toda puérpera con mi hija de cuatro meses”.
Precisó que “no había vivido antes esto de que un tercero entre en la constelación familiar para el cuidado, y en esta obra la joven va entrando en ese mundo, tiene derrapes donde cuenta cosas a la bebé que generan polémica, incomodidad y mucha compasión. Después de decidir actuarla, me hice muy amiga de Tamara, ella aborda la tragedia de la vida de la misma manera desde el humor”.
Aseguró entonces que junto a Tamara, Garrote y la productora Carolina Castro “se armó un equipo donde sucede la magia desde el comienzo, y si bien soy yo sola en el escenario, es fundamental el trabajo que venimos realizando”.
La obra ya está en su tercera temporada en Buenos Aires y en La Plata, donde se viene presentando a sala llena. A Rosario llega en plena semana del 8M y sobre esto Urtizberea destacó: “El público es muy variado en edades desde jóvenes a adultos, parejas y grupos de amigas. Y lo hermoso de este personaje es que a medida que avanzan sus relatos se genera empatía, y es una gran oportunidad para que los hombres que vean la obra entiendan muchas cosas que nos pasan a las mujeres”. Aseguró que el relato “se va poniendo oscuro cuando la baby sitter se va metiendo en ese mundo del matrimonio, cuestionando la ética de todo”.
Al tratarse del primer unipersonal, para Urtizberea es todo un desafío el sostener la atención de la audiencia sobre las tablas, y sobre esto precisó que “es muy diferente a un grupo y también al trabajo en televisión con los cortes, la actuación está mucho mas viva, construir una realidad por una hora y media, y la idea es que no te vayas de esa ‘hipnosis’ que genera ni por un segundo. Es un desafío mantener la ficción en el artificio por ese rato, y es por eso un trabajo mayor con el cuerpo. Por eso es igual de agotador hacer una obra de esas dos horitas que estar toda una jornada de grabación como ocurre en la tele o el cine”.
La propia autora Tamara Tenenbaum precisó que en su dramaturgia se recorre sobre qué es ser mujer en un mundo, “por eso Milena se mueve siempre entre mundos, entre la clase media baja y la acomodada, entre la tierra y el agua, entre la fantasía y la realidad: los navega, los conquista, los confunde, los padece. Quizás la obra trata sobre todo de eso: de su inestabilidad, de su ser acuoso, de la voz y la subjetividad que va encontrando en ese desajuste permanente”.
La obra se podrá ver el sábado 11 de marzo a las 21 en el Teatro Mateo Booz, San Lorenzo 2243. El domingo estará en el Centro Cultural Provincial de Santa Fe (Junín 2457).