La banda vuelve a girar con esta propuesta que repasa los grandes éxitos de su discografía. El viernes 1 pasará por Tribus Club de Arte, y el sábado 2 volverá al Centro Cultural Güemes de su ciudad natal. En diálogo con El Litoral, el cantante Pablo Pino habló del tour, del próximo material del grupo, como así también de su proyecto paralelo Pino KR.
La banda rosarina junto a su público capitalino, en el Teatro Flores; esa química será replicada en cada fecha del tour. Foto: Gentileza Gastón Ferri @mgartesvisuales
El comienzo de la gira “Solo clásicos” ha generado una gran repercusión en los seguidores de Cielo Razzo, expectantes de disfrutar en vivo de los mejores temas del repertorio de la banda. Lo que va del 2022 tuvo a Cielo Razzo realizando presentaciones en todo el país con motivo de los 20 años de la salida de “Buenas”, su primer disco.
El viernes 1 de julio este nuevo tour pasará por Santa Fe, en Tribus Club de Arte (República de Siria 3572) desde las 21; las entradas están a la venta en la boletería de la sala (de 18 a 0) y a través del sistema Ticketway y sus puntos de venta (online y físicos). Al día siguiente vuelven a jugar de locales en Rosario, en el Centro Cultural Güemes (Güemes y Ovidio Lagos); los tickets están a la venta en Amadeus (Córdoba 1369 local 9) y Entradaplay.com.
Antes del finde El Litoral conversó con el cantante Pablo Pino (referente de una formación que se completa con Diego “Pájaro” Almirón en guitarra y coros, Fernando “Nano” Aime en guitarra, Cristian Narváez en bajo y Javier Robledo en batería y coros) sobre esta propuesta, los próximos lanzamientos de la banda y también de su proyecto paralelo, denominado Pino KR.
Nuevo concepto
-Segunda fecha del año en Santa Fe, vinieron gira por los 20 años de “Buenas”. Ahora está esta gira Solo Clásicos que arrancó en Rosario el 24 de mayo y exploto en el Teatro Flores de Caba. ¿Cómo vivieron ese comienzo, y qué es lo que va a ver el público?
-Vos decís clásicos, pero siempre tocamos. La diferencia me parece que es que se enfocó directamente en las que nosotros pensamos que son los clásicos, ciertas canciones. En cambio cuando hacemos los shows “normales”, o estamos presentando canciones nuevas, o disco nuevo, obviamente la premisa es presentarlos y sobre eso armamos el show.
En este caso dijimos: “No entra ninguno de los temas nuevos, de los que sacamos ahora; ningún cover; y nos enfocamos directamente en las canciones que pensamos realmente que son las clásicas”: que son agiteras, tribuneras. El famoso “show para la tribuna”. Que termina siendo un concepto que está bueno, porque si no normalmente decís: “Bueno, ya tenemos un montón, hagamos los B, los menos tocados, este hace mucho que no lo tocamos”. Acá es al revés: las canciones B y las menos tocadas quedaron afuera.
-Está bueno el cambio de concepto, porque te permite volver y tener una propuesta nueva.
-Claro, la otra vez era todo “Buenas” y después metíamos los nuevos. Acá fuimos directamente a los caballitos de batalla.
-Santa Fe es una plaza histórica para ustedes, que sigue devolviéndoles. Pueden venir cuatro veces en el año.
-Santa Fe es hermosa. Puede ser que una haya menos gente, otra más, pero ya tenemos un circuito armado con los chicos de Tribus, con un grupo de gente amiga. Al último show vinieron todos: estaban el Negro (Rodrigo González), Matt Hungo (Cristian Deicas), Luli (Ricardo Molinas), Mosquito (Agustín de Azcuénaga), Hernán (Bruno): toda la monada que conocemos de todas las épocas.
Son esos lugares, como Córdoba, cuando vamos a Río Cuarto, con cierta gente que uno va al lugar y se siente en casa. Y acá pasa eso.
-Al día siguiente van a jugar de locales en Rosario. ¿Cómo es tocar en casa para una banda que gira tanto?
-Está buenísimo, a mí me encanta (risas). A mí particularmente me gusta mucho, los pibes no sé qué hacen. Estoy en mi casa, estoy cerca del lugar; normalmente los sábados estoy a la tarde con los niños, así que los llevo a la prueba. Después los llevo a la casa de su madre y ya me preparo con mi “jermu”. Normalmente siempre hay un grupo de amigos con los que estamos, así que nos vamos al show; termina el show y desaparezco, llego a mi casa y ya tengo la heladera con cerveza, una pizza. Ese movimiento me gusta: estar tranquilo tocando cerca de casa, y termina perfecto.
-Tenés armada la pre y la post.
-Exactamente, y el domingo perfecto para terminar de ver, como viejo atrasado, “Breaking Bad”, que estoy re loco, me encantó (risas). Tanto me hincharon que la empecé a ver ahora, tarde.
En estudio
-Hablabas de las ganas de trabajar en el disco, que lo venían haciendo; tuvieron los singles; después siguieron pero sin publicar más. ¿Cómo fue esa decisión?
-Cuando estábamos a punto de ponernos a laburar, firmes, serios, para sacar el próximo, apareció la pandemia y todo lo que eso significa: estar guardados, no poder laburar, tener que ocuparnos de otras cosas. Eso que a montones de organizaciones las desestabilizó. Volvimos ahora con ganas de terminar de componer este disco, que empezamos con los sencillos: la idea es llegar a un número y hacerlo. Frenamos, hacía rato que veníamos con el disco; pero bueno, la naturaleza de Cielo es esa.
-¿La idea es sacar algún sencillo más?
-No, es tratar de sacar el resto del disco. Y después sí concentrarnos en sacar otro el año que viene, si tenemos suerte. Porque hay un concepto de un disco que queremos hacer, que ya se empezó a pergeñar, pero deberíamos culminar lo que arrancamos.
-Uno es este, el otro es un proyecto diferente.
-Exactamente: este será un puñado de canciones que van a completar las tres que sacamos. Después nos pondremos a trabajar firmemente en el próximo; quizás no será el año que viene, tal vez el próximo.
-De la gira de “Buenas” sacaron el video en vivo de “El silencio del ave”, grabado en La sala de las artes de Rosario. ¿La idea es sacar más de ese material en vivo?
-Tenemos que subir el show completo: no es con imágenes, va a ser audio. Pero como decía, a veces se desarticulan las cosas: “Che, mirá que está el Billie (Gómez) esperando terminar la mezcla del vivo”. Eso lo tenemos que retomar, pero saldría en breve.
Por la propia
-Este año sacaste dos temas en plan solista: “Relato del Chango” y “Estás acá”. ¿Por donde va esta nueva faceta, y qué búsqueda diferente tiene con respecto a Cielo Razzo? ¿Qué significa Pino KR?
-Kibe por un personaje de una serie que vi en su momento, y Rono porque era el sobrenombre que tenía un primo mío, algo muy familiar. Era mi alias para los jueguitos: si juegan con un Kibe Rono soy yo.
La diferencia es que este proyecto no está basado en el rock; tiene más que ver por los viajes míos cortitos por el norte, Córdoba, cuando uno se encuentra con la naturaleza; que a mí me flota y se me mete un poco la musicalidad nacional. Entonces tiene algunos aires de chacarerita, puede aparece algún huayno. Tiene un color que es distinto a lo que es Cielo, una banda de rock sonando y yo cantando. Acá es un quinteto (conmigo) y no hay distorsión, es más mid tempo.
-La canción te dice si va o no va.
-Claro, “esto va para allá”. Pero igualmente cuando estuve en Los Bardos aprendí un poco a trabajar de esa manera: “Bueno, me voy a poner a trabajar para Cielo, o para esto”, tratar de concentrar la energía compositiva y empezar a direccionarla. A uno le fluye y es natural, pero cuando tenés varios proyectos tenés que sentarte y decir: “Esta noche voy a laburar para Cielo, porque me falta un tema”. Me gusta esa forma de direccionar.
-Hablando de grabar, tu última colaboración fue con Alejandro Quintana en la canción “Éxodo”. ¿Cómo salió la invitación?
-El “Chino” es un músico de Rosario, el está con un proyecto muy ambicioso, tocar con varios cantantes con los cuales él tenía algún tipo de relación. Yo lo conocía del under, de “amigo de amigos”, en algún momento hablamos. Mis colaboraciones son así: me pasan el tema, lo vamos preparando, lo grabamos (las últimas grabaciones se hicieron en Penny Lane, un estudio de Rosario).
En construcción
-¿Qué se viene para el resto del año para Cielo?
-Con este concepto de los clásicos nos quedamos tranquilos en cuanto a toques, giras y el trabajo que nos gusta hacer. Después tratar de terminar de combinar los elementos que están dando vuelta y culminar el disco.
-Los temas están.
-Los temas siempre están. Los ladrillos están, el cemento está: hay que armar la casa. Y por suerte no te digo “arrancó la locomotora”, porque nunca paró; pero tomó un impulso en este último tiempo y pudimos completar tres o cuatro canciones que había que terminar. Entonces está todo más cerca del proyecto final.