En la reciente apertura del FIDBA se destacó la exhibición del filme póstumo de este cineasta, figura central en la Nouvelle Vague. Sus innovaciones continúan influyendo en cineastas contemporáneos como Quentin Tarantino, Martin Scorsese y Wong Kar-wai.
Godard fue un innovador en la forma de contar historias. En ese sentido, su influjo está muy presente. Foto: Archivo
La reciente apertura del Festival Internacional de Cine Documental de Buenos Aires (FIDBA), además de “Cabaret Fidba”, puesta de teatro documental dirigida por el realizador y dramaturgo Miguel Zeballos, la exhibición de “Drôles de guerres”, el filme póstumo de Jean-Luc Godard. Un corto en formato de “collage” de imágenes fotográficas intervenidas, recortes de textos de libros y periódicos, notas propias y planos y fragmentos sonoros extraídos de “Notre musique” (2004) y “Film socialisme” (2010), también de Godard. Lo cual implica, en sí mismo, un reconocimiento a uno de los cineastas europeos más relevantes del siglo XX.
"Pierrot le fou". Foto: Rome Paris Films, Société Nationale de Cinematographie, Dino de Laurentiis Cinematographica
¿Por qué Godard, su pensamiento y, en especial, su filmografía, sigue resonando a casi un siglo de su nacimiento y a casi 70 años de su debut cinematográfico? Principalmente porque le cabe el mérito de haber sido, junto a otro francés llamado Francois Truffaut, una de las figuras centrales en el movimiento cinematográfico conocido como Nouvelle Vague o Nueva Ola Francesa. Que emergió, con fuerza, en la París de finales de la década de 1950 desde las páginas de la revista Cahiers du Cinemá. Los críticos de ese espacio, que decidieron pasar de la teoría a la praxis, buscaron rodar películas que quebrarán todo lazo con las convenciones cinematográficas tradicionales.
"Le Mépris". Foto: Les Films Concordia, Compagnia Cinematografica Champion, Rome Paris Films
Godard, en particular, se destacó por su innovación en la forma de contar historias, desde la iniciática “Sin aliento”, al mismo tiempo un film novedoso y un homenaje a los maestros del cine norteamericano clásico. Entre las técnicas que utilizó para marcar sus diferencias con los cineastas franceses tradicionales, figuran la cámara fuera de los estudios, los saltos abruptos en la narrativa, la apelación a citas literarias y un montaje experimental en pos de provocar.
Godard, un innovador. Archivo
Las películas gestadas por el cineasta suelen hacerse eco de temas sociales, políticos y culturales de su época, pero desde una intencionada búsqueda de generar preguntas incómodas, lo cual lo ubica como un adelantado respecto a otros autores que fueron en similar sentido. Así, sus obras están atravesadas por la alienación, la rebeldía, la guerra, el capitalismo y la comunicación de masas, pero siempre desde la provocación. Esto no le impidió, sin embargo, crear personajes y escenas que incidieron en la moda y la cultura pop.
"À bout de souffle". Foto: Impéria Films, Société Nationale de Cinematographie, Les Productions Georges de Beauregard
Sus mejores trabajos
Godard, quien falleció el año pasado, dirigió muchas películas, pero las más representativas, las que resultaron decisivas para delinear su estilo corresponden a las primeras dos décadas de su carrera. “Sin aliento” (À bout de souffle, 1960), que cuenta la fuga de un joven delincuente (Jean Paul Belmondo en el papel que lo consagró) sobresale por su estilo fresco y vanguardista. “Vivir su vida” (Vivre sa vie, 1962), donde una joven (Anna Karina) trata de encontrar su identidad, pone acento en la alienación y la soledad. Pero tiene la particularidad de estar dividida en episodios filmados en un solo plano secuencia.
"Alphaville, une étrange aventure de Lemmy Caution". Foto: Athos Films, Chaumiane, Filmstudio
También son especialmente significativas “El desprecio” (Le Mépris, 1963), adaptación de una novela de Alberto Moravia que analiza los vínculos y las pasiones que se desatan en medio de un rodaje cinematográfico. Cine dentro del cine, una idea que también desarrollaría Truffaut en “La noche americana” (1973). “Pierrot el loco” (1965) es un interesante collage de géneros, que incluye noir, comedia y drama. Y “La Chinoise” (1967) analiza la radicalización política y la revolución a través de un grupo de jóvenes estudiantes.
Influencia que prosigue
Las ideas estilísticas expresadas por Godard influyeron en cineastas posteriores como Quentin Tarantino, que suele apelar a los diálogos ingeniosos y las referencias culturales. Martin Scorsese, cuya experimentación con la narrativa cinematográfica le debe mucho al francés. O Wong Kar-wai, cuya exploración de las relaciones humanas es un reflejo de las películas mencionadas en el párrafo anterior.
"Weekend (Le week-end)". Foto: Comacico, Les Films Copernic, Lira Films, Cinecidi
Así, filmes de los ‘90 como “Pulp Fiction” (1994), “Reservoir Dogs” (1992) “Amor a quemarropa" (1993) y “Buffalo '66” (1998) y otras más recientes como “La ciencia del sueño” (2006), “Adaptation” (2002), “Sin City” (2005) y “Scott Pilgrim vs. the World” (2010) fueron posibles gracias a los conceptos que introdujo Godard. Quien sigue (y, esperamos) seguirá siendo estudiado y analizado por varias décadas más.
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