¿Cómo se convirtió "Tiempos violentos" en un ícono del cine de los '90?
Con diálogos inolvidables y una estructura narrativa revolucionaria, la película llegó al Festival de Cine de Cannes el 21 de mayo de 1994. Consolidó a Quentin Tarantino como un director de culto y revitalizó varias carreras.
La segunda película de Tarantino está plagada de momentos memorables, a cargo de sus actores y actrices. Foto: Miramax
“Hay un pasaje que me aprendí de memoria, parece apropiado para esta situación: Ezequiel 25,17. ‘El camino del hombre recto está por todos lados, entre las iniquidades de los egoístas y la tiranía del mal. Bienaventurado el que en nombre de la caridad y buena voluntad, pastorea a los débiles del valle de la oscuridad, él es el verdadero guardián de su hermano y el descubridor de los niños perdidos’. Y yo que vendré a castigar con gran venganza, furiosa cólera a aquellos que pretendan envenenar y destruir a mis hermanos. Tú vas a saber mi nombre cuando caiga mi venganza sobre ti”.
La frase del párrafo anterior, falsamente atribuida a la Biblia, donde no existe tal pasaje, la pronuncia el matón Jules Winnfield (gloriosa interpretación de Samuel L. Jackson). Y puede servir como una especie de síntesis de lo implicó en su momento “Tiempos violentos” (“Pulp Fiction” según el inglés original), la segunda película de Quentin Tarantino que hoy, 21 de mayo, cumple 30 años desde el día que tuvo su premiere en el Festival de Cine de Cannes. Es que, en el fondo, es un triunfo total de la forma por sobre el contenido. Lo que le interesa al director, que apenas había pasado los 30 años de edad cuando escribió y rodó este film, no son las circunstancias vitales que atraviesan los personajes, sino más bien en las posibilidades que le brinda el medio para poner en escena las diversas situaciones que atraviesan, que van de lo divertido a lo trágico, siendo a veces difuso el límite entre ambos extremos.
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Empleado de un videoclub, Tarantino era a principios de los ‘90 un gran cinéfilo y un amante desprejuiciado de las películas clase B, de la literatura “barata” y de la cultura pop, en los mismos términos que la entiende George Lucas en “American Graffiti” (1973). Eso está clarísimo en la cantidad de guiños, homenajes y referencias que despliega. En “Tiempos violentos” conviven el noir, las referencias a Alfred Hitchcock, la mirada cariñosa sobre los “dinners” y la comida “chatarra”, las menciones a la televisión de los ‘70, las películas de artes marciales, reseñadas a través de la espada de samurái que elige Butch para su brutal venganza en el sótano y las técnicas narrativas de Jean-Luc Godard y la Nouvelle Vague.
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A su vez, la banda sonora es una especie de “pastiche” que funciona a la perfección. Hay música de los años ‘50, ‘60 y ‘70, que sirven para crear una atmósfera nostálgica y darle un tono particular a la película. La escena del baile entre Vincent Vega (John Travolta) y Mia Wallace (Uma Thurman) funciona tanto como tributo a la música de los ‘50 como al pasado de Travolta como actor bailarín en películas como “Fiebre de sábado por la noche”.
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Posibilidades narrativas
Lo que sobresale de entrada en “Tiempos violentos”, el título que se eligió en Hispanoamérica y que hace poca justicia al espíritu del film, es su estructura narrativa no lineal. Tarantino desarrolla una serie de episodios que están conectados entre sí (a veces de manera sutil, otras en forma más directa) y que se despliegan sin un orden cronológico. Algo que deslumbró a muchos espectadores en los ‘90 pero que en realidad no era nada nuevo bajo el sol: Orson Welles lo había hecho medio siglo antes en la mítica “Ciudadano Kane”. Sin embargo, esa técnica actualizada y explotada por un director tan creativo como Tarantino, parece innovadora. La estructuración en episodios es un juego que permite comprender mejor las motivaciones que guían los personajes. Así, el largo monólogo de Christopher Walken en el segmento titulado “The Gold Watch” revela el sentido de las acciones que emprende el boxeador Butch (Bruce Willis) y explican también el final trágico de Vincent Vega (John Travolta). Del mismo modo, las breves referencias a la vacía relación entre Marsellus y su esposa, encuentran una derivación en la química con Vega.
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Diálogos y personajes inolvidables
Tarantino ya había demostrado en “Perros de la calle”, en especial en la secuencia de inicio donde un grupo de gángsters discuten sobre el sentido de la canción “Like a Virgin” de Madonna, que tenía pasta como gran creador de diálogos. En “Pulp Fiction” potencia esa cualidad y genera conversaciones que son al mismo tiempo mundanas y filosóficas. Esto se da, sobre todo, en las interacciones entre Vega (Travolta) y Jules (Jackson) que van desde la cultura pop (es especialmente recordada la discusión sobre las hamburguesas y el sistema métrico) hasta la moralidad (“¿Alguna vez has escuchado la filosofía de que una vez que un hombre admite que está equivocado, se le perdona de inmediato todas las malas acciones?”).
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La alusión a Jules y a Vincent da pie al otro gran logro de la película, que es la galería de personajes inolvidables, cada uno con su propio arco y desarrollo. Hay de todo: desde el gánster filósofo Jules hasta la misteriosa Mia Wallace, el pragmático señor Wolf, el valiente y leal pero a la vez agresivo Butch, el desesperado Jimmie, que teme que su esposa llegue a casa y encuentre a sus amigos matones deshaciéndose de un cadáver, y los dos ladrones de poca monta (Tim Roth y Amanda Plummer) que deciden robar cafeterías y tienen que lidiar con la conversión de Jules en una especie de Kung Fu. En este sentido, podría decirse que esta fue la película que revitalizó las carreras de varios actores, especialmente John Travolta, cuyo papel como Vincent Vega le devolvió al estrellato. También consolidó a Samuel L. Jackson y Uma Thurman como actores de primera línea.
Pero el logro principal de “Tiempos violentos” fue que demostró que una película independiente podía ser tanto un éxito crítico como comercial: ganó la Palma de Oro en el Festival de Cannes y recaudó más de 200 millones de dólares en taquilla mundial. Hoy, 30 años más tarde, puede decirse que se convirtió en uno de los íconos del cine de los ‘90 y en el centro de los homenajes que ella misma hace a sus antecesores.
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