Días después de la muerte de Diego Armando Maradona el pasado 25 de noviembre, su hija Dalma se sentaba en su palco y se emocionaba cuando el Boca Juniors homenajeaba al futbolista fallecido dedicándole un gol. En ese momento toda su vida debió de pasarle por delante de los ojos. Cuando solo tenía 12 años, su padre, Maradona, le regaló un coche de lujo. “Papá, no sé conducir”, le dijo la joven. “Bueno, pues que lo manejen tus amigos”, le respondió Diego. Dalma tuvo que “pararle los pies”: “Papá, mis amigos también tienen 12 años”.
Es una de las vivencias que se extraen de La Hija de Dios, la biografía de la hija mayor del astro de la que se saca en claro que Dalma no tuvo una infancia normal. Aunque nació en Buenos Aires (Argentina), tiene una gran vinculación con Europa, ya que parte de su infancia la pasó en Nápoles y en Sevilla, donde su padre desarrolló gran parte de su carrera futbolística. A los seis años regresaró a Argentina, donde vivió con su abuela materna, Puchi. Fue allí donde empezó a desarrollar esa faceta artística que tiempo después se convertiría en su profesión. Con solo ocho años, Dalma fue parte del elenco de Cebollitas, una serie juvenil que tuvo un gran éxito entre el público joven. En la serie, que contaba las aventuras de unos niños que juegan al fútbol en un club de barrio, ella interpretaba a Sofía. El título del programa, Cebollitas, se puso precisamente en honor a Diego Armando, ya que este era el nombre que recibía la sección juvenil del Argentinos Juniors en la que él jugó.
Años más tarde, el sueño infantil de la primogénita se hizo realidad al graduarse en la carrera de Teatro en la Universidad Nacional de las Artes (UNA). La hija de Dios, libro convertido en obra teatral, le permitió subirse al escenario para interpretarse a ella misma y repasar la relación con su padre. “Yo, si me muero, quiero volver a nacer y quiero volver a ser hija de Diego Armando Maradona. Que no es Dios, es mi papá”, decía sobre las tablas.
Tenés que leerDalma Maradona, durísima contra la Revista Caras por la tapa con Claudia VillafañeLos demás veían a una estrella, pero ella solo veía a su “pa”. De niña siempre lo esperaba de madrugada en la puerta de su casa cuando dios se iba de “juerga”. En más de una ocasión el futbolista dijo: “Que nadie se ponga ninguna medalla por sacar a Maradona de la droga, a mí me sacó Dalma”. Problemas que también sufrieron desde dentro su la madre de Dalma, Claudia Villafañe –con la que Diego estuvo casi 20 años casado– y su única hermana por parte de padre y madre, Giannina.
En el plano personal, está casada con el jugador de rugby Andrés Caldarelli. Celebraron su matrimonio en marzo de 2018 en un exclusivo salón de la ciudad argentina del Pilar tras cinco años de noviazgo. Ambos se conocían desde la adolescencia, pero no comenzaron su relación hasta pasados los años. Fue el mismo Maradona el que anunció antes que su hija que esta contraería matrimonio. “Estoy muy feliz y orgulloso”, dijo en redes sociales.
A pesar de esta alegría manifiesta, Diego finalmente no se presentó al enlace. Ha sido ahora, tras su muerte, cuando se han filtrado unos audios según los cuales el Diez habría mandado a su abogado, Matías Morla, para explicar las razones de su ausencia. Dalma, al parecer, no había invitado al enlace a sus tías paternas. Claudia Villafañe, la madre de la joven, se dedica a la organización de eventos y fue la encargada de planificar todos los detalles de la boda.
Pero no es el único conflicto que Dalma tuvo con su padre, ya que el astro argentino revocó en 2016 el testamento en favor de sus hijas Giannina y Dalma, por apoyar a su madre en un conflicto judicial que mantenía con su exmarido. Ese documento que declaraba a sus dos hijas como herederas principales, quedaba revocado para que todos sus descendientes estuvieran en igualdad de condiciones ante la ley. Pero apesar de todas esas disputas, tanto Dalma como su hermana siguieron manteniendo relación con su progenitor, a quien, además, Dalma hizo abuelo por tercera vez con su primogénita, Roma, nacida en 2019.
“Soy la única Maradona con título universitario”, dijo en un ocasión Dalma. Una mujer que se sale del perfil familiar y que destaca por encima de sus cuatro hermanos (reconocidos por su padre), Giannina, Jana, Diego Fernando y Diego Sinagra. Dalma ahora se enfrenta a un proceso largo y disputas sobre la manera en la que se repartirá el jugoso “pastel” de una herencia que oscila entre los 40 y 80 millones de euros, según Forbes Argentina. De momento, son cuatro los jóvenes que han reclamado una prueba de ADN y que aseguran ser hijos del Pelusa.
La herencia dará mucho que hablar en los próximos meses. Dalma, sin quererlo, se ha autoproclamado la nueva líder de este complejo clan. Y es que la despedida que hizo a su padre en las redes sociales es mucho más que un adiós, es una promesa de mantener el legado que ha dejado en la tierra: “Como me pediste, siempre voy a cuidar de la jabru y tu pompón preferido porque vos siempre dándome responsabilidades imposibles desde que tengo uso de razón! Te voy a amar y defender toda mi vida porque te agradezco la vida compartida! Estoy destruida pero voy a salir adelante! Espérame ahí”.
Con información de Vanity Fair