La estructura, llamada Huei Tzompantli, fue descubierta por primera vez hace cinco años por arqueólogos del Programa de Arqueología Urbana (PAU) del Instituto Nacional de Antropología e Historia del Gobierno de México (INAH).
Los arqueólogos han descubierto una nueva sección de una famosa torre azteca de cráneos en la Ciudad de México.
La estructura, llamada Huei Tzompantli, fue descubierta por primera vez hace cinco años por arqueólogos del Programa de Arqueología Urbana (PAU) del Instituto Nacional de Antropología e Historia del Gobierno de México (INAH).
Ahora, los arqueólogos dijeron que han encontrado 119 cráneos humanos adicionales en el lado este de la torre, según un comunicado del INAH. Se cree que es una de las siete colecciones de cráneos que se encontraban en la capital azteca, Tenochtitlán.
Un total de 484 cráneos habían sido previamente identificados en el sitio, que según los arqueólogos datan de al menos un período entre 1486 y 1502.
La nueva pared descubierta está compuesta por cráneos de hombres, mujeres y niños que probablemente fueron asesinados durante los sacrificios rituales a los dioses, según el comunicado. Se descubrieron al menos tres cráneos de niños, que fueron identificados por su constitución más pequeña y sus dientes en desarrollo.
El sitio también indica que la construcción de las torres fue parte de las «prácticas culturales y de identidad» de los aztecas, según el comunicado del INAH. «Aunque no podemos decir cuántos de estos individuos eran guerreros, tal vez algunos fueron cautivos destinados a ceremonias de sacrificio», dijo a Reuters el arqueólogo Raúl Barrera. «Sabemos que todos se hicieron sagrados. Convertidos en regalos para los dioses o incluso en personificaciones de las deidades mismas».
Estructuras aztecas en Tenochtitlán
Muchas estructuras construidas por los aztecas en la ciudad de Tenochtitlán, ahora Ciudad de México, fueron destruidas después de que la ciudad quedó bajo el control de conquistadores españoles y aliados indígenas en el siglo XVI, según el comunicado. Como resultado, muchas torres de calaveras en el área fueron arrasadas. Desde entonces los equipos de antropología han recuperado fragmentos dispersos.
A pesar de su destrucción, dejaron una impresión duradera en quienes los presenciaron. Los conquistadores Hernán Cortés y Bernal Díaz del Castillo los mencionaron en los escritos de sus conquistas, dijo el INAH.