Redacción de El Litoral
Fue dramaturga, asistente de dirección, docente y profesora de Letras. Se destacó tanto por su trabajo como investigadora como por su trabajo junto a su compañero en el arte y la vida, Julio Beltzer. Fue distinguida con los premios Máscara y Fondo Nacional de las artes.
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A los 73 años falleció Elsa Ghío, reconocida dramaturga, asistente de dirección, docente y profesora de Letras. Se desempeñó como docente en la Universidad Nacional del Litoral en cátedras de Historia de la Lengua Española, Antropología Lingüística y Cambio Lingüístico. Dirigió proyectos y programas de investigación universitaria.
Fue profesora de las cátedras de Análisis del Texto Dramático e Historia del Teatro en la Escuela Provincial de Teatro de Santa Fe. Ha realizado publicaciones de teoría teatral: “De la crítica y los críticos teatrales”, “Teatro y Educación”, “Historia del Teatro de Santa Fe”, en colaboración con Roberto Schneider, “Comunicación teatral. Códigos y convenciones teatrales”.
Fue jurado en diversos certámenes provinciales y nacionales de dramaturgia. Realizó junto a Julio Beltzer (su compañero en el arte y en la vida) la adaptación para teatro de “Anacleto Morones” (Rulfo), “De dioses, hombrecitos y policías” (H. Constantini), “La loca y el relato del crimen” (Piglia); “Los padecimientos del Sr. Mockinpott” (Weiss), “Tres hermanas” (Chejov); “Aiaiay” (Butti), “La tempestad” (Shakespeare). Como asistente de dirección ha participado en varios espectáculos estrenados por el grupo Teatro Taller, dirigidos por Beltzer. Recibió, en 1989, el Premio del Fondo Nacional de las Artes por “La malasangre”, de G. Gambaro (1989). En 1995 la Municipalidad de Santa Fe le otorgó el Premio Máscara por su Trayectoria Teatral.
En el último tiempo fue voluntaria y presidenta de Alma (Asociación de Lucha contra el Mal de Alzheimer y Alteraciones Semejantes).
Investigadora
En la faz académica desempeñó funciones como Secretaria de Posgrado en la Facultad de Humanidades y Ciencias, Desde 1987 dirigió programas y proyectos de investigación acreditados en la Universidad Nacional del Litoral, vinculados al estudio del lenguaje en la vida social: la interacción verbal en el contexto del aula; aspectos del cambio lingüístico en la historia del castellano a través de sus textos; géneros discursivos y proceso inmigratorio en la pampa gringa; registros y géneros escritos en el uso del español en Argentina.
Fue codirectora de Texturas, revista de publicación periódica del Cesil (Centro de Estudios Sociales Interdisciplinarios del Litoral) y de la Facultad de Humanidades y Ciencias de la UNL. Entre sus publicaciones figuran: “Historia del teatro de Santa Fe”, en “Enciclopedia de Santa Fe” (Santa Fe, Ediciones Sudamérica, 1990); “Otras tierras, otras lengua”, en “América: Conflicto, construcción y desafío” (Santa Fe. Edic. Sudamérica, 1991); “La formación de profesores”, y “Reflexiones sobre la incorporación de temas gramaticales en la enseñanza de la lengua”, en “Lenguaje y Prácticas Educativas” (Santa Fe, Publicaciones de la UNL (1995); “El control de la comunicación en el aula”, en “Decir, hacer, enseñar. Semiótica y Pragmática Discursiva “Santa Fe, Centro de Publicaciones de la UNL,1997); “Manual de gramática sistémico funcional. El enfoque de M. Halliday. Aplicaciones a la lengua española” (Ediciones UNL, Santa Fe, 2005).
En sus propias palabras
“No tuve una infancia donde amara el teatro. Nunca me atrajo la actuación ni subirme a un escenario. Mi relación con el teatro más cercana era el patio de mi casa que daba con los fondos de la Catedral Nueva, cuando todavía no era el Patio Catedral. Ahí trabajaba el Teatro de los 21. Armaban tragedias griegas y yo los escuchaba en el patio de mi casa. Hasta el día en que Antonio Germano me invita a participar de una experiencia que estaban haciendo con Ricardo Ahumada, colega también en la Universidad.
El teatro fue un espacio donde pude encontrar gente con la cual hablar y compartir ideas, cuestiones que estaban más allá de lo exclusivamente teatral.
El teatro fue volver a encontrarme con la gente, volver a encontrar la posibilidad del afecto, de encontrar amigos nuevos. Y de encontrar espacios donde poder reflexionar acerca de lo que me interesaba en ese momento. El teatro me significó poder decir muchas cosas”.
(Elsa Ghío, junio de 2013; fragmentos tomados del libro “II Inventario del teatro independiente de Santa Fe”, escrito por Roberto Schneider y Verónica Bucci).