Fue ensayista, curador, crítico e historiador de arte, y fue electo presidente de la Academia Nacional de Bellas Artes. Se desempeñó como crítico del diario El Litoral entre 1964 y 1990. Tenía 85 años.
Archivo El Litoral / Flavio Raina Jorge Taverna Irigoyen.
19:05
Este martes se produjo el fallecimiento del Dr. Jorge Taverna Irigoyen, figura muy destacada de la cultura santafesina. De profesión médico cirujano, se destacó como ensayista, crítico e historiador de arte, y fue electo presidente de la Academia Nacional de Bellas Artes.
Había nacido el 28 de noviembre de 1934, y se desempeñó como curador, gestor cultural y crítico del diario El Litoral entre 1964 y 1990. Publicó 31 libros, entre ellos "Arte actual para el Tercer Milenio" (Gaglianone, 2000), "Zapata Gollán: de la sátira gráfica al testimonio evocativo" (UNL, UNR, 2002), "El juguete: un testimonio de la posmodernidad" (Centro Cultural Borges, 2003), "Aldo Sessa: el poder de la imagen" (Centro Cultural Recoleta, 2009), "Fragancia de Magnolia" (UNL, 2011).
>> SU PARTICIPACIÓN EN "UN SIGLO DE PERIODISMO" - 100 AÑOS DE EL LITORAL
Pasión por el arte
Actualmente era académico emérito (sitial Nº 32, Alberto Prebisch) y había llegado como académico de número el 29 de agosto de 1974. Alguna vez, entrevistado por este diario, reconoció que su interés por lo artístico venía de su hermano y de las revistas que circulaban en su casa ("se publicaban por los menos seis de excelente calidad"). "Desde la adolescencia frecuenté museos, talleres de artistas amigos y, sobre todo, leí mucho. Fundamentalmente, además de libros, revistas de arte que -allá por fines de los '50 y comienzos de los '60- abundaban en la Argentina. Todo ello me fue dando, quizá sin percibirlo totalmente, una visión aproximadora a la estética y sus lenguajes. También contribuyó, en gran medida, el hecho de que mi hermano mayor, Miguel, era un excelente dibujante que conocía los valores de la plástica y con quien dialogábamos mucho. Posteriormente, al trasladarnos ambos a estudiar a la ciudad de Rosario, continuamos y seguramente profundizamos este 'consumo artístico', frecuentando a maestros del medio en sus talleres".
Realizó Viajes de Estudio por Inglaterra, Francia, España, Italia, Austria, Alemania, República Checa, Grecia, Holanda, Bélgica, México, Chile y Brasil. Había sido designado Santafesino Ilustre por el Consejo Municipal de la Ciudad de Santa Fe en 2013, y fue ganador de numerosos premios como el de Personalidad de la Cultura Argentina del Café Tortoni, el de la Asociación de Directores de Museos de la República Argentina y la medalla de oro de la Asociación de Artistas Plásticos Santafesinos reconocimiento 50 años en la Cultura.
Fue curador, entre más de un centenar, de las muestras "Santa Fe digital" (2000); "ObjetArte – Homenaje a Duchamp" (2002); "Celebración del juguete" (2003); "De Durero a Picasso" (2004); "Los Arcanos mayores del Tarot" (2005); "Homenaje a Trabucco (2005); "Memoria Andina" (2006); "Contrapuntos" (2006); "María Suardi, una polifonía visual" (2006); "Soltanto azzurro" (2008); "Aldo Sessa: 50 años" (2009); "La vuelta al país en 80 grabadores" (2009); "Svanascini: de Bashô a Hokusai" (2013); "Gracia Cutuli: tramas de vida" (2016); "100 miradas al arte santafesino" (2016), en centros culturales del país, museos nacionales y provinciales, institutos culturales, centros universitarios, etc.
>> Entrevista en "Conversación junto al fuego" (CyD Litoral)
En su pluma
Afirmaba que sus muchos años de trabajo como crítico en El Litoral le dieron "una gimnasia" en la escritura, y que siempre se sintió atraído por la literatura: "Me cabe la frase de Chéjov que dice 'la medicina es mi esposa legal, pero la literatura es mi amante'. En la faz literaria siempre opté (inconscientemente, lo juro) por los géneros breves: aforismos y apotegmas en la primera juventud, haikus y tankas en la poesía, conceptos de apretada síntesis en estética (salvo, obviamente, los ensayos) y finalmente los microrrelatos en la ficción. Estos ya llevan más de veinte años de efervescencia y poseen la discutible virtud de salir con excesiva prodigalidad. Pero en fin: jugando a través de ellos con el absurdo me divierto un rato..." decía con respecto a sus propios textos.