Natalia Pandolfo/Juan Ignacio Novak
[email protected]
Teatristas y gestores de la ciudad se manifestaron contra la decisión del director del organismo nacional, el rafaelino Marcelo Allasino. Sólo permanecerá habilitada la sede de Rosario.
Natalia Pandolfo/Juan Ignacio Novak
[email protected]
“Martes a las 15, en el Centro Cultural Provincial (Junín entre 25 de Mayo y Rivadavia), reunión de teatreros y afines repudiando la decisión de Marcelo Allasino de desmantelar la Subsede Santa Fe del INT, dejar desempleados a sus trabajadores y sin acceso a sus derechos a los teatristas de la ciudad de Santa Fe y alrededores”.
La convocatoria de repudio circuló rápidamente ayer a través de las redes sociales. Con el argumento de una mayor eficiencia en el uso de los recursos, la dirección nacional (cuyo titular es el ex secretario de Cultura de Rafaela, Marcelo Allasino) decidió clausurar la delegación local del Instituto Nacional del Teatro, que estaba a cargo de Mirian Contreras y funcionaba en un espacio cedido por el municipio en el Mercado Progreso, Balcarce 1635.
“Todos estamos movilizados con la medida por las características de la misma y por cómo se llevó a cabo. Los fundamentos de mayor eficiencia y de pretender garantizar el sentido federal son contradictorios y hasta falsos. Esta oficina es un espacio ganado en pos de la federalización. A la creación de otras oficinas y de mayor presencia del instituto debería apuntarse, no a lo contrario.
¿Cuánto puede ahorrarse con una medida como ésta? ¿Qué impacto tiene para el Instituto? Quienes conocemos su manejo y hemos participado en sus actividades entendemos que muy poco, y que el verdadero recorte no pasa por aquí”, sostuvo Pablo Tibalt, del equipo de gestión de la sala Latreinta Sesentayocho (San Martín 3068).
“Del otro lado está la comunidad teatral independiente, para la que muchas veces el factor económico es determinante y a la que se le sumarán costos importantes de gestión con esta medida. Nosotros, desde Latreinta, pasamos prácticamente cada 15 días por la oficina a dejar documentación, recibir material bibliográfico, completar trámites, entre otras actividades. No estamos en condiciones de sumar el costo de viajar a Rosario para realizarlas. Si es así para nosotros, imaginemos lo que significa para las localidades del norte provincial”, consignó.
“En este sentido, el cierre significa, antes o después, obras de teatro que dejarán de gestionar subsidios, libros que no van a leerse, información a la que ya no se tendrá acceso, salas con menores recursos. El INT se irá volviendo otra entidad capitalina centralizada, a la que será costoso y complejo acceder”.
Voces en escena
La directora Mari Delgado sostuvo: “En una entrevista del 23 de febrero de este año, publicada por la revista Ñ, cuyo título es: ‘La formación como horizonte’, Marcelo Allasino expresa: ‘Presupuestariamente estamos bien, vamos a poder llevar adelante todas las acciones que se vienen haciendo, sin restricciones de programas’. Me produjo gran alegría tomar conocimiento de esta información, confiando en que el INT iba a poder seguir colaborando con el teatro en todo el país. Hoy nos enteramos de la triste noticia del cierre intempestivo de la sede local del Instituto, que tanto ha contribuido a la difusión y efectiva puesta en acción de sus programas”.
La actriz Cristina Pagnanelli también se sumó a las críticas: “Muchos se alegraron con el nombramiento de Marcelo Allasino: un teatrista del interior, actor, director, generador de grupos, fundador de sala teatral, organizador de festivales, secretario de cultura, sabedor de la importancia de la presencia del estado, del estado municipal, provincial y nacional para concretar todas las actividades que realizó en su ciudad natal. Se supone que una persona con su experiencia y conocimiento, es la ideal para ocupar un cargo público. Pero a esa experiencia y conocimiento hay que agregarle la ideología, y la ideología de Allasino engarza perfectamente con la del gobierno nacional, que no se caracteriza por su presencia en el área cultura, todo lo contrario, su eje es el cierre de espacios y el despido de gente, dos actitudes que Allasino ha tomado con la sede del INT en la ciudad de Santa Fe”.
El actor y docente Roberto Trucco, por su parte, subrayó “el sacrificio de un montaje, la búsqueda de un lugar, el entrenamiento de actores que buscan un espacio para crear, para crecer, para ser”. “El teatro es el hombre mirando de una esquina una polis transformable, y no me venga con la estupidez de que Dios atiende en Buenos Aires. Porque acá, en mi aldea, tenemos enormes maeses, terribles puestistas. Tal vez es la política de un gobierno que no quiere seres que se pregunten porqués, que no quiere vuelos de cabeza, y que por eso no para de echar gente de centros culturales o de cerrar institutos donde los provincianos nos capacitábamos”.