Natalia Oreiro estrenó La Noche Mágica, una película argentina que protagonizó junto a otros reconocidos artistas del país sudamericano. Como siempre, el evento sirvió para que la prensa le preguntara sobre mucho más que su carrera como actriz.
La reconocida cantante y actriz uruguaya habló de política, de la lucha por los derechos de las mujeres, y hasta de la vacuna rusa. Además, destacó que el público del Río de la Plata y el ruso son "mucho más parecidos que lo que la mayoría de gente por desconocimiento cree".
Natalia Oreiro estrenó La Noche Mágica, una película argentina que protagonizó junto a otros reconocidos artistas del país sudamericano. Como siempre, el evento sirvió para que la prensa le preguntara sobre mucho más que su carrera como actriz.
Entre los temas de una entrevista que brindó al diario argentino Página 12, apareció el de su documental Nasha Natasha (2020), acerca de su vínculo con el público ruso que, según la cantante, no es tan distinto a sus fans de Uruguay y Argentina, país donde ha hecho buena parte de su carrera. "En general, trato de no hacer diferencias. Para mí, no existe una diferencia en relación al amor o al vínculo. Siento que somos mucho más parecidos entre los que somos del Río de la Plata a los que son de Europa del Este, que lo que la mayoría de gente por desconocimiento cree", sostuvo.
Dijo que, en buena parte, lo que algunas personas piensan sobre los rusos se debe a prejuicios culturales. "Quizás por el clima, el idioma, la historia, se cree que son más fríos y, en definitiva, un poco lo que muestra el documental es que no lo son. Son afectuosos, cariñosos, solidarios, tiernos, románticos, les encanta la música nuestra, les gusta bailar, son muy familieros. Obviamente frente a lo desconocido uno mismo pone distancia, pero yo siento que me conocieron como Natalia y que el vínculo real se formó en el encuentro de cada viaje que yo hacía", elogió.
En este sentido, contestó también acerca de la vacuna rusa anti-COVID-19 Sputnik V y algunos de los mitos que circularon en Argentina en torno a ella. "Yo creo que hay mucho prejuicio, en general, no solamente con la vacuna o con un país en particular. Me parece que es tarea de todas las personas trabajar ese prejuicio interno que se tiene que andá saber de dónde le viene, si es hereditario, si tiene cierta maldad", argumentó. Dijo que incluso en la cultura existen los estereotipos, y habló sobre Hollywood, su forma de construir la imagen rusa, y cómo esto repercute en la confianza que la gente tiene sobre la vacuna Sputnik V.
"El cine ha tenido mucho que ver en este lado del mundo de cómo los estereotipos se van inculcando desde el cine. Por eso, es tan importante tener industria nacional. Yo crecí viendo películas norteamericanas, donde los rusos siempre eran los malos. Y eso está tan metido en nuestra cultura y no es real porque si estamos hablando de política no hay buenos ni malos en ningún lado. Entonces, me parece que, además, desconocer que los científicos rusos son de lo mejor que hay en el mundo, es desconocer la historia", aseveró. Además, habló sobre política, y negó que se la haya convocado alguna vez a formar parte de alguna agrupación político partidaria. "No me interesaría nunca hacer política (partidaria) literalmente, tener un rol político", dijo en este sentido. De todas formas, matizó que "uno hace política desde que se levanta hasta que se acuesta".
"El ciudadano debe involucrarse en política porque son sus derechos. Creo que uno, en sus decisiones cotidianas, en lo que dice, cómo piensa, en sus actitudes, hace política. Después, tengo desde distintas entidades la posibilidad de tener un rol social, como embajadora de Unicef, por ejemplo, o como militante ambientalista, o en distintas causas que me enrolan que para mí son importantes, sin un partido político", concluyó.
Consultada acerca de cómo ve el ascenso de los movimientos feministas en el marco de un incremento de la violencia de género en América Latina, contestó que "no es un momento nuevo, es un momento necesario". "Estamos viviendo un momento de la historia muy importante, donde la sociedad está en su gran mayoría intentando que finalmente esto cambie, pero el feminismo no viene de ahora ni de veinte años, viene de más de cien años atrás", propuso.
"A veces, siento que mucha gente le tiene cierta repelencia a la palabra "feminista" porque se cree que es el antónimo de 'machista'. Y para nada: el feminismo es la búsqueda de la igualdad de derechos cuando el machismo, en realidad, es la supremacía del hombre por sobre la mujer. Y creo que los hombres deben ser feministas. Y sé que hay muchos hombres que son feministas. Por suerte, cada vez más, y acompañan a la mujer en la lucha diaria. Sin embargo, lamentablemente sigue existiendo un femicidio diario y las mujeres aun continuamos sin tener los derechos que nos corresponden", concluyó.