Su nombre es sinónimo de la guitarra rockera local. Grandes riffs, impresionantes solos. Entrega. Todo con tan solo seis cuerdas y un diapasón a su disposición. Una carrera marcada por grandes canciones: "El Tren de la Hora 16", "Hombre Suburbano", "Susy Cadillac", "Desconfío". Su voz cavernosa, de barítono, es reconocible casi como un acto reflejo.