Los Pérez García, banda oriunda de Aldo Bonzi, tocará el domingo 26 de septiembre en Tribus Club de Arte. El vocalista Beto Olguín, adelantó que la idea es interpretar una lista lo más representativa posible de la historia del grupo. Y que el progresivo reencuentro con el público de todo el país tiene una “carga emotiva muy grande”.
Gentileza producción Hay que tratar de salir mejor de todas las experiencias y en eso estamos , explicó Beto Olguín respecto al presente de la banda que lidera.
Los Pérez García es una banda que tiene su ADN en el conurbano bonaerense y en distintas vertientes musicales. Con una historia de un cuarto de siglo, un puñado de temas míticos y un disco en gestación, llegará por primera vez a la ciudad de Santa Fe. La escala será en Tribus Club de Arte (República de Siria 3572) el domingo 26 de septiembre a las 21, con un show que forma parte de una gira de alcance nacional que la banda venía madurando desde hace bastante tiempo y debió postergar por la pandemia. Hasta este reencuentro con el público, de carácter electroacústico y fuerte carga emotiva.
Beto Olguín, vocalista y guitarrista de la banda, adelantó en una entrevista al ser nuestra primera visita, harán un repaso, a modo de presentación, con las canciones que vienen primero a la mente cada vez que se menciona a la banda. “Una lista que sea lo más representativa posible. Estamos muy contentos de ir, por fin, para aquellos lados”, manifestó.
En el camino
-En una reciente entrevista, usaste una metáfora muy linda para definir el cuarto de siglo de trabajo que acredita la banda: “la primera imagen que se me dispara es la de una ruta”. ¿Por qué la usaste, qué sensaciones vienen con esa idea de la ruta?
-Me imagino que lo habré dicho porque siempre fui de la idea de que, más allá del lugar al cual uno se dirige, lo importante es disfrutar el mientras tanto, el viaje, la ruta. Eso es aplicable a la vida en general. En el caso de la banda, se da eso. Los logros y reconocimientos van apareciendo, pero lo importante es disfrutar el camino. Este es el trabajo que más nos gusta y lo disfrutamos.
Gentileza producción
Foto: Gentileza producción
Salir mejores
-Dijiste también que, en un año que fue muy complejo, la música fue la gran compañía de todos ¿Cómo lo pasaron y que enseñanza les dejó, sobre todo ahora cuando las cosas parecen encaminarse?
-Se resignificó la palabra paciencia. Aprendimos a valorar el vernos. Uno, a veces, puede renegar de las rutinas. Pero ante una situación como esta, justamente lo que extraña es la rutina. Extrañé mucho a mis compañeros, nunca habíamos estado tanto tiempo sin encontrarnos. Pero, de alguna manera, seguíamos en contacto por otros medios. Estamos saliendo, de a poco, de todo esto revalorizando cosas. Y creo que está bien tomarlo como un aprendizaje, después de tanta postergación, de tanto tiempo sin poder trabajar como nos gusta. Por eso los shows tienen una carga emotiva muy grande, porque son un reencuentro con la gente. Decidimos tocar sentados, hacer como un electroacústico, para colaborar con las propuestas que se están haciendo en salas y teatros. Intentamos estar en comunión con la gente, para que la cosa vaya creciendo pero sin bandearse. Hay que tratar de salir mejor de todas las experiencias y en eso estamos.
Gentileza producción
Foto: Gentileza producción
Paso a paso
-Recorrieron un camino extenso desde los comienzos haciendo radio con amigos y militancia en la universidad hasta llenar teatros de la calle Corrientes. ¿Cuándo dieron esos primeros pasos imaginaron que la banda iba a tener la proyección que finalmente tuvo?
-Se fue dando. En los años iniciáticos no veíamos mucho más allá que el siguiente fin de semana. Y algo de eso se mantuvo. Si bien proyectamos, tenemos planes y expectativas, somos también de ir paso a paso. Ahora estamos grabando un disco, o como quiera llamarse en estos tiempos. Estamos agradecidos, porque en ese camino tocamos en salas importantes de la ciudad, recorrimos buena parte del país y ahora volvemos a salir de gira. Estamos muy contentos.
Contagiar entusiasmo
-Si hay una cosa que lograron fue tocar las fibras íntimas de la emoción popular. ¿Hay como un efecto buscado o es algo que no se maneja y se da naturalmente?
-En casa, cuando estoy haciendo una canción, soy el primero a quien hay que seducir. Me tiene que gustar a mí, después a mis compañeros. Eso suena con ciertos rasgos de egoísmo, pero en realidad el primero que tiene que estar conforme o conmovido con lo que hace es uno mismo y su banda. Después se da ese fenómeno de que mucha gente se siente identificada o marcada por las canciones, algo maravilloso y difícil de explicar. No es premeditado. La verdad es que, a la hora de hacer canciones, la dinámica es esa: entusiasmarse uno para después más chances de que le guste a otra gente.
Gentileza producción
Foto: Gentileza producción
Los clásicos
-Hay canciones generadas por la banda que ya cobraron vida propia. ¿Hay algunas que siempre les piden, que son como parte constitutiva del grupo?
-Hay un grupo de canciones que son difíciles de sacar en las presentaciones. Se puede variar el repertorio, pero hay un ese puñado crece con el paso del tiempo. Cuando sacás un trabajo nuevo hay canciones que se meten en el corazón del público y quedan. Luego, en el siguiente trabajo, se agregan algunas más. Así, se forma un núcleo duro de canciones que gustan. Por eso digo que es un lindo problema armar la lista, porque están las que son difíciles de sacar. Andá a explicar porque no tocaste “Los años que vivimos en peligro”, “Miro”, “A callejear” y “Halcón peregrino”. Esperamos hacer la mejor lista posible en la ciudad de Santa Fe.