Isabel II ha sorprendido este martes por usar bastón. No es que sea un elemento raro en alguien de 95 años, la edad que tiene la reina de Inglaterra, pero sí lo es en ella. La última vez que lo llevó fue hace 17 años -en 2004- después de someterse -un año antes- a una operación de rodilla. Hoy, la prensa británica ha publicado que ha recurrido a él por comodidad, mientras que el Palacio ha evitado dar ninguna explicación médica al respecto. La monarca, de hecho, calza sus clásicos zapatos negros con tacón bajo a juego con su bolso Launer, por lo que no hay otra aparente causa oculta para que rescate el bastón.
Apoyada en él y acompañada de la princesa Ana, la monarca ha asistido este martes a un servicio de Acción de Gracias para conmemorar el centenario de The Royal British Legion celebrado en la Abadía de Westminster. La reina, que es patrona de la organización benéfica de las fuerzas armadas, accedió a su interior no por la puerta principal sino por una entrada de menor importancia que, sin embargo, le permite acortar el recorrido hasta su asiento.
Ha llevado un vestido estampado bajo un abrigo azul marino con botones dorados del que ha prendido uno de los broches que forman parte de su amplia colección de este tipo de joyas. Este es el broche ruso de la reina María formado por un zafiro cuadrado y un diamante y rodeado por diamantes más pequeños. Esta no es la única joya con la que se ha adornado la reina. También luce unos pequeños pendientes de perlas y un collar de perlas de tres vueltas, uno de sus favoritos. A juego con su abrigo ha combinado su sombrero con adorno de flores. Se ha mostrado sonriente y ha recogido las flores que varios niños le han entregado.
La princesa Ana, a su lado, ha vestido un llamativo abrigo morado coordinado con su sombrero. Esta es la primera vez desde que madre e hija viajaron a Escocia que las dos asisten juntas a un acto público.