Me organizaron una fiestita. Vino un mago, joven, flaquito, se reía y hacía reír. Hizo magia con las cartas. Después hizo otra magia con las cartas. Hizo magia con papeles escritos, después hizo otra magia con dibujos. Hizo magia. Es linda la magia, no hace mal. No hubo caramelos. No me di cuenta. No pedí torta de cumpleaños porque estaba divertido y me olvidé, no me di cuenta.
Mi mamá se reía de las cosas que decía. Ponía caras el mago. Revoleaba los ojos. Hablaba con la gente. Estaba lleno mi cumpleaños. Hablaba de “El señor de los anillos” pero mi mamá no me deja ver tele ni me llevó, dice que eso es fantasía, pero todos entendían en mi cumpleaños que no estaba mal esa fantasía.
Las fiestas de cumpleaños son lindas, nadie tiene feos recuerdos de las fiestas de cumpleaños, salvo una vez que mi tía se peleó con mi tío porque había venido con una mancha de rouge en la camisa, pero acá no estaban con esos líos.
El mago llamaba a gente que lo ayudara con la magia. Siempre se ríe la gente del que le toca subir, pero no es malo, a mi me gustaría subir alguna vez. El mago ni me miró.
Hizo un juego lindo con campanillas, pero es dificilísimo. Un señor grande lo ayudó.
Había unos chicos músicos que lo acompañaban que él decía, el mago decía, que eran de su banda. Después hizo trucos con una máquina de sonidos que le ponía voces de viejo, de nene, de abuelo, de señor enojado. Voces con una maquinita y eso también es lindo. Debe ser cara, ojalá mi mamá me la compre.
El mago dijo que no quería ser mago, que quería ser otra cosa, yo me acuerdo de Facundo Cabral, que era amigo de mi abuelo y que decía bombero, yo quiero ser bombero... el mago no quería ser bombero quería ser otra cosa, pero si lo digo le arruino el chiste, pero no quería ser bombero ni mago y yo quisiera ser cantor. El no, pero canta.
No dijo malas palabras ni nada. Ni me acordé, cuando salía, de preguntar si mañana puedo pasar a buscar la torta que quedó en boletería porque me festejaron el cumpleaños en una sala llamada Lido.
Una señora dijo que venía de Tierra del Fuego, otros de Mendoza, porque el mago preguntaba de dónde venían, ojalá la torta no se la haya llevado la que vino de Tierra del Fuego.
Le pedí a mi mamá que me lleve otra vez, pero dice que cumpleaños no se festejan todos los días, pero el mago dijo que estaba toda la temporada, será que hay una temporada de cumpleaños; ahí mi mamá me zamarreó del brazo y me dijo todos los días alguien cumple años, siempre hay alguien, siempre, entonces pensé el mago va a tener trabajo siempre, porque siempre habrá cumpleaños y pensé quiero cumplir años una vez al mes y que nadie diga que ya son las diez y me dejen libre de mirar tevé...
Premios y Nominaciones : Premio Martín Fierro Digital al Mejor Contenido Humorístico; Premio Martín Fierro de Cable a la Mejor Labor Humorística.
Wikipedia dice: Amante de Disney, cómico nato, mago, clown, actor, conductor, productor y director. Ese es Agustín Aristarán (37), más conocido como Soy Rada. Papá de Bianca y pareja de la comediante Fernanda Metilli, es oriundo de Bahía Blanca, donde comenzó su amor por la magia. El punto cúlmine en su carrera se dio gracias a las redes sociales.
En el Teatro Lido se presenta este espectáculo. No tiene vuelta atrás el que entra a verlo y escucharlo. No es un gran mimo, llega con lo justo, pero tiene años para aprender. Usted estará cómodo. Encuentra lo que fue a buscar.
Hace falta un ensayo sociológico, que no es el de esta crónica, ni la pretensión de este cronista.
Moldavsky debe volver a Fernando Bravo si quiere recuperar terreno porque su retroalimentación está en la radio. Además, está cobrando en dólares en Punta del Este, pero se insiste, vuelve con Fernando Bravo en marzo.
El correntino La Jenny y este Rada deben retroalimentarse de un nuevo gag o situación en sus redes y agradar, pongamos un número, a varios millones de seguidores.
De hecho, el fenómeno es La Jenny, como de hecho el espectáculo firme es Soy Rada.
Sin entrar en sociologías baratas. El humor está ganando en Mar del Plata por goleada. Necesidad post Peste, evasión necesaria, como sea, está claro que la palabra es esa: humor. El público de este verano necesitaba reírse. Es un escape, pero es una condición humana indispensable.
Rada hace reír y no hay vueltas, es un payasito de cumpleaños que no falla. Vaya con su hijo, vaya con su nieta, vaya usted que, como yo, quiere tener esa edad donde todo es posible, hasta creer en la magia. Cuando apaguen las luces nadie se dará cuenta de la edad que tiene ni le preguntará de qué se ríe (ojo... no voy por el chiste de todos…), en todo caso conteste: me río de los chistes de Rada, que de bobos no tienen nada.
Nota: si llega a ir en alguno de estos días, pregunte por mi torta de cumpleaños, ya debe imaginar que alegoría tiene en la cobertura de fondant. Debe estar en boletería.