A partir de una combinación de danza y teatro, el grupo Eclíptica Teatral concibió “Casta de Antígonas”, que tendrá su estreno el domingo. Bajo la dirección de Brenda Jarichau, propone una nueva mirada sobre el clásico de Sófocles a través de las posibilidades que abre la expresión corporal.
Además de emprender un nuevo desafío narrativo, Eclíptica Teatral permite a través de esta nueva propuesta brindar visibilidad a artistas emergentes de la ciudad. Foto: Gentileza Betiana Dela Rosa
El domingo 7 de agosto a las 20 se estrenará “Casta de Antígonas” en la Sala Marechal del Teatro Municipal (San Martín 2020). La obra está inspirada en la tragedia “Antígona” de Sófocles, basada en el mito de griego y cuenta con la dirección de Brenda Jerichau, perteneciente al grupo Eclíptica Teatral. En esta versión, que se sostiene en la danza teatro, el equipo pone acento en ejes sobre los cuales pivota Sófocles, pero que hallan nuevas dimensiones en la actualidad, como el rol de la mujer, el abuso de poder, las leyes civiles y la fidelidad a la familia. “Antígona nos conmueve porque sus temas se siguen relacionando con el contexto actual y con los diferentes contextos por los que ha pasado la historia”, aseguró Jarichau en una entrevista concedida a este medio.
La trama de Sófocles se centra en Antígona, quien se rebela contra su tío ante la imposibilidad de enterrar a su hermano. Foto: Betiana Dela Rosa
¿Por qué volver al texto de Sófocles en 2022? Ante esta pregunta, la respuesta de Brenda se abrió en dos direcciones. La primera, porque desde su subjetividad se trata de una obra que la conmueve. “Cada vez que la leo me convoca y me nacen nuevas preguntas respecto a quien es Antígona, que hubiese hecho yo en su lugar, si comparto o no sus acciones. Lo primero que me sucede cada vez que la leo es pensarla en escena”, apuntó. La segunda, inspirada en su formación en danza y teatro. “La búsqueda fue, inevitablemente, por todos los lugares que he investigado. Hace varios años que me vengo preguntando qué pasa cuando juntamos la danza y el teatro. En la ciudad de Santa Fe hay danza teatro desde hace muchos años, pero no desarrollado e investigado en toda la profundidad que merece esta hibridación. Entonces me propuse pensar qué pasa con la danza cuando convocamos una obra como Antígona, un ícono del teatro”, añadió.
De modo que el objetivo está bien claro: hablar sobre Antígona desde el cuerpo, las sensaciones, la tragedia y lo emotivo, no solamente desde la dramaturgia.
El grupo pretende hablar sobre Antígona desde el cuerpo, las sensaciones, la tragedia y lo emotivo. Foto: Betiana Dela Rosa
Heroína colectiva
La trama de Sófocles se centra en Antígona, quien se rebela contra su tío ante la imposibilidad de enterrar a su hermano, debido a las leyes de su tierra que lo consideran un traidor a la patria. Desde la mirada del grupo, la historia de Antígona es conmovedora en la medida en que sus ideales y su muerte la colocan como un ícono del género trágico. “Sin duda, volver a traer un clásico al escenario es un desafío porque implica ofrecer a los espectadores una nueva mirada desde el respeto que conlleva Sófocles”, admitió Brenda. Por eso el equipo realizó un intenso estudio y abrió debates en relación a la historia, para poder así contarla desde el cuerpo, la voz y la emoción. Dado que “interpela todo el tiempo”.
Brenda Jarichau, directora de la puesta. Foto: Gentileza producción
El giro que encontró Eclíptica en este caso consistió en trabajar a la protagonista desde un formato colectivo. “Son ocho intérpretes que hacen de Antígona y van conformando las distintas escenas de la obra. Las ocho se paran en ese lugar, porque creo que todas las mujeres tenemos algo de Antígona, y heredamos algo de esa Antígona que es, quizás, la primera feminista del mundo”, sintetizó Jarichau.
El equipo
Las intérpretes de la puesta son Agustina Cejas, Alfonsina Acosta Pisano, Cecilia Tolosa, Eugenia Mariotti, Karen Almada, Lucía Mazuquin, María Nazaret Arza Guzmán y Paulina Albarello. La coreografía la diseñó Brenda Jerichau (también a cargo de la dirección) las asistentes en coreografía son Paulina Albarello y Agustina Cejas y la asistente escenotécnica Salomé Espíndola. El vestuario fue diseñado por Cecilia Tolosa y la propia Jerichau y confeccionado por Analía Catalín. El trabajo de fotografía lleva la firma de Betiana Dela Rosa, la asistente de dirección es Chechu Castro y la productora general Luna Saavedra Andreotti.