El trío musical argentino brasileño que mixtura arte, música y educación para niños y adultos está abocado a la difusión del nuevo disco, “Corazón de crianza”. Pone al juego como eje central de sus actividades, donde el cuerpo y los vínculos son los protagonistas.
Gentileza producción Lucho Milocco (Santa Fe), Eva Harvez (Buenos Aires) y Cássio Carvalho (Brasil). Los integrantes de Pim Pau en el auditorio del CCK, en la ciudad de Buenos Aires.
En estos momentos de incertidumbre y aislamiento total por la pandemia global de coronavirus, los integrantes del trío musical Pim Pau no tienen demasiadas certezas de como se desenvolverán sus proyectos en el futuro inmediato. Pero si tienen claro la impronta que le darán y saben que las redes sociales serán aliadas fundamentales para la difusión de las distintas propuestas que desarrollan, que tiene como denominador común el hecho de colocar al juego como eje central de las actividades, en las cuales el cuerpo y los vínculos son los protagonistas.
Con casi cuatro años de trabajo y un exitoso disco a cuestas (“Recreo”) los esfuerzos del grupo están enfocados en la difusión del segundo trabajo, “Corazón de crianza”, que -como señalan desde los propios creadores- navega en climas latinoamericanos, brasileños y africanos, “donde el juego encuentra la palabra y la palabra reluce su carácter percusivo expresándose en la danza”.
Para conocer más detalles de esta original propuesta, a la vez artística y pedagógica, El Litoral dialogó con Lucho Milocco, oriundo de la ciudad santafesina de Sastre, departamento San Martín, y uno de los tres integrantes del grupo, junto a Eva Harvez (Buenos Aires) y Cássio Carvalho (Brasil).
Miradas compartidas
—¿Por qué decidieron volcarse al público infantil?
—Los tres venimos de ramas artísticas en común y otras que no compartimos. Eva es bailarina, Cassio músico y realizador audiovisual. Yo, músico. Los tres veníamos con recorridos artísticos de varios años pero lo que nos encontró fue la docencia. Trabajamos juntos en instituciones educativas, en primera infancia. En realidad, el recorrido artístico de cada uno fue una herramienta para vincularnos en el aula con los alumnos. Esa mirada compartida en cuanto al arte en la educación nos encontró y forjó una amistad. A la vez, ese intercambio, que es cotidiano en la tarea docente de buscar, compartir inquietudes y generar recursos, derivó en el grupo. Hoy no ejercemos la docencia, pero seguimos vinculados con el área educativa a través de congresos y encuentros de formación pedagógica. El proyecto está atravesado por lo educativo.
—No ejercen formalmente desde lo educativo. Pero en cierto modo si lo hacen: los videos de Pim Pau son utilizados por muchos docentes para dictar contenidos.
—Para nosotros, esa es una manera de seguir vinculados al área educativa. La mayoría del material de Pim Pau nació en el aula o en el intercambio con otros docentes en esos encuentros. En la necesidad de encontrar recursos o herramientas para trabajar en el aula o para padres o personas vinculadas con la salud que acompañan el desarrollo de las infancias. Gente que participa en los encuentros de formación. Siempre pensamos el material como un recurso que se comparta y que siempre trate de tener como protagonista al vínculo y al cuerpo disponible para el juego.
Desafíos
—Si tuvieras que sintetizar en pocas palabras la propuesta ¿Cómo lo harías?
—Siempre mencionamos que es un proyecto de arte y educación para las infancias que pone al juego como eje central de las actividades. Cuando empezamos a desarrollar los primeros materiales audiovisuales, fue una manera de encontrar un formato, una plataforma, que nos permita plasmar de manera más fiel lo que pasa en el aula. El audiovisual permite que uno pueda no solamente escuchar sino ver y estar de cuerpo presente, como está un docente, un padre y una madre. Las redes son, a la vez, una posibilidad de acceder a contenidos gratuitos y libres. Para nosotros es importante que los niños puedan ver a los adultos, no a una persona que actúa como niño o está disfrazado de dinosaurio. Porque uno como padre no vive de esa manera su relación con la infancia: se vincula con los recursos que tiene a mano.
María Elena, la pionera
Al momento de señalar referencias, Lucho Milocco (y en esto coinciden todos los integrantes del grupo) se decanta por la figura siempre vigente de María Elena Walsh. De hecho, en el último disco hay un homenaje a la creadora de “Manuelita, la tortuga”: una versión de “Adivina, adivinador” que mixtura carnavalito con samba reggae y a la vez incorpora un juego audivisual, algo que Walsh no pudo indagar por una obvia cuestión de época.
“Ella fue una precursora en plantear una mirada sobre la infancia, sin subestimarla y fue la primera que desarrolló un contenido folclórico para las infancias. Eso sentó un precedente importantísimo. Entonces pensamos como traer a María Elena a la era digital”, destacó Milocco.
Nueva ola
En la mirada del músico oriundo de Sastre, existe un replanteo interesante de los artistas respecto al material pensado para la infancia. “En Argentina hay una movida muy grande y rica que no tiene que ver con el mainstream. Esto es posible porque hay mucha gente, familias, docentes y artistas interesados en encontrar otro tipo de material para acompañar a las infancias. Que este tipo de material circule en las escuelas es maravilloso. Es un mensaje esperanzador para quienes estamos vinculados a la educación y el arte”, reflexionó.
Un sol para el encuentro
El primer video y corte difusión del disco es de la canción “Camino del sol”, que se filmó en el interior de Santa Fe, en el departamento San Martín. Se inspira en las escuelas rurales y rinde homenaje a quienes hacen de la escuela un lugar de encuentro y construcción colectiva, hoy obviamente postergada por los efectos de la pandemia y limitada a otros espacios.
“La idea era hacer un video en el interior, con el paisaje y las realidades del interior. Y el de Santa Fe es uno de los tantos interiores que tenemos en el país. Nos pareció importante que no sea una mirada centrada solamente en Buenos Aires”. El eje de la canción es el camino a la escuela, con el sol como testigo en común. “La idea es que se pueda tomar este video como proyecto de aula o de casa. Lo que propone es que cada niño dibuje lo que ve camino a la escuela”, explicó Lucho. También emerge como un homenaje a las escuelas rurales, que se hallan enclavadas en el interior profundo y al trabajo sacrificados que realizan los docentes en esos lugares.
Redes
El trabajo de Pim Pau se puede observar en Yotube, a través del canal oficial del grupo (en www.youtube.com/user/pimpautv) o a través de Facebook en @pimpau.