"Lo que más valoro de Piazzolla es su mentalidad de lucha y revolución"
Junto a su Quinteto y al dúo que integra con el guitarrista Gaspar Macor, el bandoneonista Danilo Cernotto desarrolló durante este año una intensa labor musical. Durante el ciclo de recitales por los 102 años de la UNL, concretó un homenaje a Astor Piazzolla, a quien describió como un “gran militante para llevar el tango como bandera al mundo”.
Gentileza Nadia Rodríguez Para Cernotto, el bandoneón es un instrumento extremadamente expresivo y eso conlleva una gran responsabilidad al hacerlo sonar .
El año del centenario de Astor Piazzolla estuvo cargado de actividad para Danilo Cernotto. Es que el bandoneonista formado bajo el influjo del creador de “Libertango”, mantuvo en pie diversos proyectos que lo llevaron, durante en el último mes, a presentarse en eventos de la jerarquía de Sonamos Latinoamérica y el ciclo de recitales por el aniversario de la Universidad Nacional del Litoral. Y en los próximos días, tiene planificadas dos presentaciones más. Una el 4 de noviembre con el dúo que integra junto a Gaspar Macor, donde tocarán el doble concierto para bandoneón guitarra y orquesta de cuerdas, justamente de Piazzolla, junto a la Orquesta de Cámara del Instituto Superior de Música de la UNL. La otra, el 6 de noviembre junto a los integrantes del Danilo Cernotto Quinteto, cuando tomarán parte en un homenaje a Astor.
El aura de Piazzolla tuvo un influjo fundamental en la vocación musical de Cernotto. “Quizás lo que más valoro de Astor, más allá de su increíble obra es su mentalidad de lucha y revolución que llevó adelante desde su música, tan cuestionada y bastardeada”, aseguró en una entrevista con este medio. “Da la sensación que siempre estuvo convencido de que lo que hacía generaría un antes y un después en la historia del género”, agregó. Esto último, de hecho, se percibe en sus primeros títulos, que muestran su manera de pensar: “Prepárense”, “Triunfal”, “Revolucionario” entre otros.
“Hoy lo vemos como una figura a nivel mundial, pero el camino que tuvo que transitar fue durísimo, sobre todo en Argentina donde se consideraba que su música no era tango, y sufrió todo tipo de maltratos impensados, cosa que en cierto sentido no tendría mucha importancia viéndolo ahora a la distancia. Sin embargo en el exterior las cosas fluían más y a veces parece que es un poco la forma de pensar que tenemos como sociedad, nos tienen que decir ‘de afuera’ que algo es bueno o es malo para que lo aprobemos, cosa difícil de entender”, consideró Cernotto al pensar en el derrotero piazzolliano.
El creador de “Adiós Nonino” fue, en la mirada de Cernotto, un eximio bandoneonista, un gran arreglador y un compositor con más de mil obras compuestas. Pero lo que más destaca el músico es que Piazzolla fue un aguerrido militante para llevar el tango al mundo como bandera. “Creo que las generaciones nuevas comenzamos escuchando a Piazzolla y eso luego nos llevó a conocer el tango de antes, es como un aprendizaje del género pero al revés, por eso siempre digo que el papel de Astor fue central para que el género no se muera”, puntualizó.
El hechizo del bandoneón
El primer encuentro de Danilo con el bandoneón, instrumento que hoy tiene incorporado en sus diversos caminos musicales, se produjo cuando tenía 16 años. Curiosamente, en ese momento desistió. “Venía tocando piano y me encontré con un instrumento que, en ese momento, sentí que me sería imposible tocar. Quizás por esa especie de ‘hechizo’ que te queda cuando escuchás un fuelle en vivo sentí que era algo pendiente en mí y cuando sólo lo pensaba sentía una alegría y emoción tremendas. Luego, con el paso de los años, tras terminar mis estudios en el Instituto Superior de Música de la UNL me volvió ese deseo y es así que decidí comprarme uno y comenzar a estudiar, sólo para apagar un poco ese fuego interior. Pero me atrapó de una manera increíble y ya no lo puedo dejar”, rememoró.
Gentileza UNL
Foto: Gentileza UNL
Requerido sobre los desafíos principales que provienen de empuñar un instrumento que cultivaron intérpretes de la estatura de Leopoldo Federico y Aníbal Troilo, Cernotto apuntó que “más allá de lo puramente técnico, ya que siempre se suele hablar de la dificultad de su teclado, de que las notas no se ven, y demás complicaciones que todos los instrumentos tienen, es un instrumento extremadamente expresivo y eso conlleva una gran responsabilidad al hacerlo sonar”.
En busca del sonido propio
Entre los proyectos generados por Cernotto, el que impulsó junto al guitarrista Gaspar Macor es uno de los más fructíferos, con cuatro años de trabajo a cuestas. “Venimos trabajando con Gaspar desde el 2017, los primeros dos años nos sirvieron para conocernos musicalmente y abrirnos en la búsqueda del sonido de dúo bandoneón y guitarra de tango basándonos en los grandes maestros del género para luego comenzar a encontrar un sonido más propio”, recordó.
Gentileza D. Cernotto
Foto: Gentileza D. Cernotto
Ese camino tuvo un hito con la concreción del primer CD ‘Clásicos de Cajón’ en donde ambos seleccionaron una serie de clásicos del tango y mediante la exploración y realización de arreglos propios intentaron generar un sonido que los representara. “El resultado nos dejó más que conformes y con ganas de seguir experimentando en esta formación, quizás pensando a futuro en sumar tangos cantados, ya que nos interesa muchísimo esta faceta tan importante que tiene el tango desde la poesía, desde el ‘decir’ y el contar historias”, destacó el bandoneonista.
El deseo de celebrar
Otro de los ámbitos dentro de los cuáles Cernotto realiza sus búsquedas musicales es el Quinteto que lleva su nombre, que surgió por el deseo de celebrar los cien años del nacimiento de Astor Piazzolla, que se cumplieron en marzo de éste año. “Nos encontramos con el pianista Pablo Díaz en plena pandemia por un grupo de amigos en común. Nos conocíamos desde hace 20 años, cuando arrancamos a estudiar en el ISM pero nunca habíamos tocado juntos. Le propuse grabar un tango de Astor en formato de quinteto, se copó con la idea y decidimos entrar a su estudio de grabación allá por febrero para hacer una versión de ‘Violentango’. Se sumaron Gaspar Macor en guitarra de jazz, Matías Bruno en bajo y Solano Quaglia en batería, y sentimos que el resultado había sido muy satisfactorio. Pensamos en encarar un repertorio y en eso estamos. Tocamos en Sonamos Latinoamérica y en el aniversario de la UNL”, sintetizó Cernotto.
Gentileza UNL
Foto: Gentileza UNL
Interés renovado
A su labor con el dúo y la más reciente con el quinteto, Danilo Cernotto posee una experiencia como docente en el mismo espacio en el cual se formó, el Instituto de Música de la UNL. Ante la pregunta de si existe interés en el bandoneón por parte de los estudiantes apuntó que dentro del seminario de tango pudo ver reflejado el deseo de muchos jóvenes de querer tocar ese instrumento. “Este fenómeno ya viene sucediendo en Buenos Aires desde principios de siglo y recién ahora se comienza a ver más, quizás, en el interior. Cuando comencé a tocar bandoneón allá por 2011, en Santa Fe sólo había algunos maestros ya muy grandes pero que no enseñaban, por lo que decidí comenzar a viajar a Buenos Aires para tomar clases allí mismo, en la ciudad donde nació el tango. Luego de unos años conocí al maestro Rodolfo Mederos con quien tomé clases de bandoneón y arreglos. No puedo más que estar agradecido a la vida de darme esta oportunidad de formarme con uno de los grandes maestros que vivió el tango desde adentro”, cerró.