Western y cultura pop: el eterno encanto del lejano Oeste
Desde los spaghetti western hasta las producciones de Netflix, el género sigue evolucionando. “American Primeval” es la última prueba de que las historias de justicia, redención y violencia siguen atrapando.
Una madre y su hijo enfrentan la hostilidad del viejo Oeste en “American Primeval”, que llevado al castellano significa “América primigenia”. Foto: Netflix
El reciente estreno de la miniserie “American Primeval”, de Peter Berg, en la plataforma Netflix, que narra la historia de una madre y su hijo que huyen de un pasado oscuro mientras enfrentan las duras realidades del viejo Oeste, es un indicio de la eficacia del western dentro la compleja cultura contemporánea. A pesar de los cambios drásticos y rapidísimos que evidenció la industria del entretenimiento, el género sigue encontrando adeptos entre las audiencias modernas, como ya lo demostró “Yellowstone”, la serie protagonizada por Kevin Costner.
Desde sus inicios a finales del siglo XIX, el western fue una derivación de las luchas humanas, la búsqueda de libertad y los dilemas morales. Las historias del “lejano” o “salvaje” oeste se construyen sobre temas universales como la justicia, la redención y la supervivencia. Pero son también un guiño al espectador, que ya sabe, más o menos, con qué elementos se va a encontrar cuando aparece una alusión al género.
Fotograma de “American Primeval”. Foto: Netflix
El western alcanzó su punto más alto en las décadas de 1940 y 1950. Películas como “La diligencia” (1939) establecieron arquetipos que todavía están presentes y que fueron utilizadas con infinidad de variantes. El cowboy solitario de confuso pasado, que John Wayne tradujo con maestría en sus actuaciones, el sheriff honorable (tal vez el más logrado sea el que Gary Cooper forjó para “A la hora señalada”, aunque hay varios memorables), el forajido con ansias de redención, la dama en peligro, el villano terrateniente, el indio (que pasó de villano al principio y fue reivindicado más tarde) y el divertido borracho del saloon, son categorías culturales que todo espectador puede identificar más allá de los matices.
"La diligencia", de 1939. Foto: United Artists
Según pasan los años
A lo largo de los años, el western se transformó y fue sumando nuevas nuevas perspectivas y estilos. La llegada de los spaghetti western en los años 60, con obras como “Por un puñado de dólares” (1964), “Por unos dólares más” (1965) y “El bueno, el feo y el malo" (1966), demostró que el género podía reinventarse y adaptarse a diferentes contextos culturales. De hecho, “Por un puñado de dólares” está inspirada tanto en el libro de Dashiell Hammett “Cosecha roja” como en la película de samuráis “Yojimbo”, de Akira Kurosawa, lo cual demuestra las inmensas posibilidades del western para la innovación.
"El bueno, el malo y el feo". Foto: Constantin Film
En el siglo XXI, el western ha encontrado nuevas formas de expresión y fue revitalizado por cineastas contemporáneos como Quentin Tarantino y Jane Campion, que supieron mezclar elementos clásicos del género con influencias modernas. Por ejemplo, “Django Desencadenado” (2012) mezcla la narrativa del western (está claro en las localizaciones de la primera parte del film, no tanto en la segunda, cuando ya se muda a un plantación del sur) con elementos del cine blaxploitation, en una obra provocadora que hubiera sido imposible de filmar en otro contexto. Y Campion, en “El poder del perro” (2021) añade al western que está en la base de su guión drama psicológico y miradas sobre la homosexualidad.
"A la hora señalada". Foto: United Artists
Cowboy y streaming
Además, series como “Godless” (2017) desafían los viejos estereotipos al presentar personajes femeninos que son fuertes y complejos. Aunque, en rigor, esto ya se había hecho en los años ‘50 en “Johnny Guitar”, ahora admite muchas más posibilidades a la luz de las nuevas perspectivas posibles. Esta serie ofrece una representación más inclusiva y se mete de lleno en la lucha por la supervivencia en un mundo dominado por hombres. Así, un género que históricamente era de “machos” expande sus alcances temáticos y emocionales.
"Django Unchained", de Quentin Tarantino. Foto: Sony Pictures, The Weinstein Company
El auge de plataformas de streaming como Netflix facilitó la llegada del western a un público más amplio. La accesibilidad a una variedad de contenidos hizo que jóvenes espectadores redescubran este género clásico. La miniserie “American Primeval” revive el interés por el western tradicional y lo actualiza al ponerlo en diálogo con las nuevas miradas sobre la maternidad, la violencia y la búsqueda de identidad. Ayuda su formato de seis episodios, que permite verla en poco tiempo. Obtuvo críticas diversas, pero en general fueron positivas. Richard Roeper, en el Chicago Sun-Times, afirmó que es “uno de los westerns más sórdidos, sangrientos y caóticos de los últimos tiempos, una experiencia visceral que cala hasta los huesos y que aumenta el nivel de tensión episodio tras episodio”.
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