Gonzalo Zentner
El municipio utiliza una técnica ideada, en la década de 1990, por el ejército de Estados Unidos en Irak. Mirá las principales características.
Gonzalo Zentner
La Municipalidad de Santa Fe utiliza un novedoso sistema de ingeniería civil para mejorar la transitabilidad en Colastiné Norte. En la jornada de este miércoles, comenzó la instalación de las llamadas “geoceldas”. El punto de inicio es la esquina de Magnolias y Macluras. En esta primera, la colocación de geoceldas continuará por Magnolias hasta El Inga, y por Macluras hasta Las Talas, a una velocidad de dos cuadras por semana.
Los trabajos comienzan con un proceso de preparación de la calle, que hace las veces de caja para colocar las geoceldas. La clave es nivelar el terreno de la calzada para asegurar una pendiente de escurrimiento óptima, porque el geotextil evita que pase la arena y permite el paso del agua hacia bajo y hacia los costados.
¿Qué son las geoceldas?
Los especialistas indican que es un material ideal para utilizar en aplicaciones de ingeniería civil ya que proporciona una buena compactación y permite el drenaje del agua con libertad. Con frecuencia ciertos terrenos con una buena capacidad de drenaje son difíciles de confinar in situ. La geocelda proporciona la solución para conseguir un confinamiento del terreno o de materiales granulares, con un buen drenaje.
“Lo interesante del sistema de geoceldas es que permite confinar el material de arena de manera que no se ahuelle cuando hay agua; tiene un soporte debajo que permite que filtre el agua pero no el suelo de manera que la calle quede inalterada”, explicó el intendente Corral en la presentación.
¿Cómo surgieron?
En la década de 1990, el Cuerpo de Ingenieros del Ejército Estadounidense ideó diferentes métodos que se podrían utilizar para realizar un confinamiento de la arena durante un asalto anfibio. La solución que planteaban era un producto en el cual se soldaban tiras de plástico de forma que, cuando se producía una dilatación, las tiras soldadas formaban un panel rectangular compuesto de celdas individuales similares a un panal de abeja.
Hoy en día, ingenieros civiles de todo el mundo emplean este mismo concepto para conseguir confinamiento del material in situ. El nombre genérico de este producto desarrollado en el ejército norteamericano es la geocelda.
“Al sistema se la garantiza diez años de servicio, como mínimo, y el mantenimiento es sencillo porque logra retener la arena y evita que se formen las ollas que tanto complicaban a los vecinos”, le aseguró el ingeniero Ricardo Alcaraz, secretario de Obras Públicas del municipio, en una entrevista con El Litoral.