Florencia Arri
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Las reliquias del sacerdote están en el Panteón del Clero y un grupo de vecinos gestiona que se trasladen a la Parroquia.
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Una columna de cemento con placa recordatoria, una foto y una breve esquela, ubicada a las puertas de la Parroquia Jesús Resucitado, en la Manzana 2 de Alto Verde. Allí se colocará, dentro de un mes, la urna con los restos del Padre Aldo Büntig, quien en 1969 se convirtió en el primer párroco del barrio y años después creó la primera escuela secundaria del barrio. Sus restos, que descansan en el Panteón del Clero en el Cementerio Municipal, serán trasladados a la parroquia a pedido de un grupo de vecinos.
El traslado cuenta con aval de los familiares de Büntig, del Arzobispado y del párroco actual, Pbro. Héctor Ignacio Bossié SJ. Las gestiones comenzaron en noviembre y ya están avanzadas: por estos días los vecinos preparan una fiesta para recibir las reliquias del sacerdote. “Este miércoles fue la reducción de los restos. Después hay tiempos administrativos, pero nuestro objetivo es que lleguen para el 24 de junio en que celebramos nuestras fiestas patronales”, contó el Padre Héctor.
Los preparativos comenzaron hace meses, con la realización de eventos a beneficio que permitan costear los gastos del traslado. El primero fue una venta de canastas navideñas y el último un locro, el 25 de Mayo, que rompió todo las previsiones de venta. “La gente se acerca porque conoció al Padre Büntig o supo de él por sus padres o vecinos, y suma lo que puede: algunos compraron locro, otros ofrecen su trabajo o conocimiento para hacer el monumento”, contó Bossié.
“Siempre dijo que iba a volver”
La iniciativa fue de una vecina, Leti López, quien se enteró en noviembre de un caso similar en la ciudad de Santa Fe y no dudó en convocar a otros para “repatriar al Padre Büntig a su querido Alto Verde”, contó. Dijo que lo conoció de chica: “Era un campechano, un tipo bueno que conocía a todos por el nombre y se metía en cualquier lugar. Tuvo que ver con el camino a La Boca, era muy cercano a la gente”, recordó. También agregó los datos que nutren las efemérides del barrio: “Además de la parroquia y la escuela, creó la guardería que hoy es el CAF N° 27 y fue quien trajo a las hermanas Auxiliares Parroquiales de Santa María que estuvieron 40 años en Alto Verde”, detalló la vecina.
La historia santafesina destaca a Aldo Büntig como el sacerdote nacido en la localidad de Progreso que fue sociólogo, escritor y referente en Santa Fe del Movimiento de Sacerdotes para el Tercer Mundo. El sacerdote llegó a esta barriada costera de la mano de Universidad Católica de Santa Fe y permaneció allí varias décadas.
En 2013, los vecinos decidieron ponerle su nombre a la segunda calle en importancia del barrio, perpendicular a la central, Demetrio Gómez.
Los motivos esgrimidos aludían al “Padre Aldo Büntig” como “precursor en la acción social del Distrito Alto Verde e iniciador de la obra cristiana más destacada del Distrito” y trabajador incansable de la comunidad de Alto Verde”.
Büntig dejó el barrio en 1976, cuando Monseñor Zazpe le pidió que dejara la parroquia para resguardar su vida. El sacerdote viajó a San Juan de Puerto Rico, donde falleció en 1978. “Ese fue el primer inconveniente que tuvimos para el traslado, como murió en otro país hubo que hacer más trámites pero ya están solucionados. El 31 se exhuman los restos del padre y después se vienen a Alto Verde, el lugar al que amaba y al que siempre dijo que iba a volver”, destacó Leti López.