El Litoral | Telam
La joven había solicitado la eutanasia a una clínica, pero le fue denegada, por lo que dejó de comer y beber y falleció en su hogar.
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Noa Pothoven, la joven holandesa que falleció este fin semana en Holanda, "no murió de eutanasia" sino que "dejó de comer y beber", informó hoy la clínica a la que la adolescente de 17 años había solicitado esa práctica, que le fue denegada por el centro médico.
La joven murió el domingo último en su casa de Arnhem, en el este del país, y muchos medios de comunicación informaron que se le había practicado eutanasia.
El caso conmovió al tratarse de una persona joven que tenía anorexia, depresión y estrés postraumático a causa de abusos sexuales y de una violación, procesos que relató en su autobiografía "Ganando o aprendiendo", donde contó su trágica historia.
Ante el impacto que tuvo la noticia, la clínica De Levenseindekliniek subió un comunicado en su web "para poner fin a los informes incorrectos (en particular de los medios extranjeros) sobre su muerte", y obvió dar más detalles "por reglas de privacidad". "Nos vamos a referir a la declaración hecha por los amigos de Noa: Noa Pothoven no murió de eutanasia. Para detener su sufrimiento, ella ha dejado de comer y beber", señaló el parte oficial de la institución. Y añadió que De Levenseindekliniek "trata exclusivamente con la eutanasia y lo hace explícitamente dentro del marco legal holandés", donde es legal desde 2002.
Noa había solicitado en esa clínica que se le practicara eutanasia, pero el pedido no fue aceptado y entonces decidió quedarse en su casa sin comer ni beber. "Ella decidió dejar de alimentarse y de ingerir líquidos. Fue su decisión, nadie le aplicó una medida que la llevara a la muerte, según las últimas informaciones, por lo que no se trata de una eutanasia", dijo la médica Isabel Pincemin, presidenta de la Asociación Argentina de Medicina y Cuidados Paliativos.
Pincemin añadió que "no alimentarse no implica, en todos los casos, eutanasia. Lo que impacta es la edad de la chica. Fue una decisión personal y no se la puede obligar. Lo que puede tener -y al parecer lo tuvo- es atención médica para evitarle sufrimientos".
En el mismo sentido opinó el médico especialista en cuidados paliativos Hernán Barreda: "Sólo si se le aplica una dosis letal de algún medicamento es eutanasia". "No hacemos con los cuerpos lo que los cuerpos lúcidos no quieren", aseveró el profesional, que reconoció que "siempre hay grises en estos casos, ya que entran en juego la legalidad, la lucidez y la autonomía de la paciente". Y aclaró que "una cosa es la eutanasia y otra es acompañar el buen morir. En Argentina -aclaró- no podemos aplicar eutanasia".
En el país existe la ley 26.529 de derechos del paciente que no contempla la eutanasia, "pero sí considera la decisión de la persona de no someterse a determinados tratamientos", explicó Pincemin. "El morir se piensa, en general, en relación a personas de edad avanzada, pero tenemos casos de cuidados paliativos de niños y adolescentes también. No hay edad", reflexionó la médica.
Noa había escrito en su cuenta de Instagram, que ahora está en modo privado: "Estoy exhausta tras años de lucha y he dejado de comer y beber. Después de muchas discusiones y análisis de mi situación, se ha decidido dejarme ir porque mi dolor es insoportable".
La ley holandesa permite la práctica a menores de entre 16 y 18 años plenamente conscientes o con voluntades anticipadas si los padres o tutores han participado en el proceso de decisión, señaló la abogada Daniela Ortiz Celoria del Ministerio Público Fiscal de Río Negro, en su trabajo "Eutanasia" publicado en la Asociación de Pensamiento Penal.