El domingo 9 de junio, a las 17, se estrena en la Sala Mayor del Teatro Municipal (San Martín 2020) la obra teatral “Ürda y el Brutopez. Una mostruosa historia de porquerías”. Sintéticamente, utiliza diversas técnicas teatrales (entre las cuales figuran el clown y los títeres) para narrar la historia de una ogra que sale a navegar con una amiga y descubre en la calma del agua una amenaza que proviene desde las profundidades. Allí surgen los interrogantes: ¿Será un reflejo de ella misma? ¿Dónde está el resto del mundo? Y sobre todo: ¿Dónde quedó la basura que fue arrojando por el camino?.
Pensada para todo público, en especial desde los 6 ó 7 años para adelante, y con un diverso abanico de lecturas posibles, esta propuesta intenta abordar las consecuencias que pueden provocar las acciones que se emprenden de un modo irresponsable hacia el entorno. “Trabajamos conceptualmente con la monstruosidad y el desecho como dos ideas que nos permiten entrar en la sombra desde un lugar lúdico y poético y nos brinda muchas posibilidades”, explicó la directora, Flavia del Rosso.
“Trabajamos mucho desde los aspectos plásticos. La propuesta visual se basa en el trabajo con materiales reciclados como el polietileno. Elementos que hoy por hoy están generando problemas a nivel ecológico. También trabajamos, desde un nivel conductual del personaje, sobre el desinterés por el entorno, como el hecho de tirar desperdicios de manera irresponsable, y lo que eso puede generar en el entorno inmediato”, reveló Flavia.
Al adentrarse en la puesta, los realizadores apelaron a la estética del bufón, en especial en el personaje central de la ogra, pero desde la ética del clown. “El personaje es una ogra, es deforme, enorme y tiene conductas que la emparentan con el bufón, con el desperdicio, lo asqueroso y la suciedad. Pero su forma de proceder la liga mucho al clown y su ternura. Nuestra propuesta se basa en trabajar sobre los contrastes”, apuntó la directora.
La obra, que en su realización recibió diversas influencias entre las cuales se pueden señalar el Teatro Negro y el Cirque du Soleil, surgió como una idea original de Federico Toobe que luego tomó forma bajo la conducción de María Flavia Del Rosso. Cuenta con la actuación de Federico Toobe, Martín Muñoz se desempeña en el sonido e iluminación mientras que Vanesa Haupt y Melisa Medina intervienen en el manejo de objetos, títeres y marionetas. La música original la compuso Manuel Schurjin, el maquillaje es obra de Lucas Ruscitti, Martín Muñoz se ocupó de la realización audiovisual, Franco Castelnovo de las fotografías y Eugenia Toranzo del diseño y la comunicación.