La jueza federal Cecilia Madariaga Gilardi de Negre hizo lugar el pasado jueves 5 de diciembre a un amparo presentado por la organización Portal de Belén (PdB) y la Asociación para la Promoción de los Derechos Civiles (Prodeci), y ordenó la suspensión de la venta de Misop 200, la presentación de misoprostol para uso ginecológico.
De esta forma, se consideró el planteo contra la Administración Nacional de Medicamentos, Alimentos y Tecnología Médica (ANMAT) y suspendió la disposición que autorizaba a un laboratorio la venta de Misoprostol para la interrupción del embarazo.
La medida afectaría la venta en farmacias bajo receta archivada, pero no aplicaría para el tratamiento de abortos no-punibles realizados en los hospitales.
La magistrada, subrogante en el Juzgado Contencioso Administrativo Federal Nº11, argumentó que el prospecto del medicamento indicaría que “debe ser utilizado siguiendo una estricta observación de la dosis y régimen recomendados" y “únicamente en centros hospitalarios con acceso a cuidados intensivos y cirugía de urgencia”.
La medida cautelar de las organizaciones "celestes" buscaba, además, que se declare la "nulidad absoluta e insanable" por inconstitucional del "Protocolo para la atención integral de las personas con derecho a la interrupción legal del embarazo", punto que fue rechazado.
El misoprostol es el medicamento más sugerido para un “aborto farmacológico”, que la OMS define como un método no-quirúrgico. Incluso no presenta diferencias considerables en lo que se refiere a la seguridad y la eficacia con respecto a intervenciones quirúrgicas como la aspiración manual endouterina (AMEU).
Los expertos aseguran que es un método seguro y con poca mortalidad asociada, e incluso contribuye a la reducción de la morbi-mortalidad materna. Además, es parte de la lista de medicamentos esenciales de la OMS para garantizar un mínimo bienestar de salud a la población.
Siempre acompañado de un control previo y posterior de un profesional de la salud, este método es el más recomendado ya que no se necesita anestesia, intervención quirúrgica, ni un área estéril. Es simplemente la pastilla, que está disponible en más de 100 países del mundo.
Desde octubre del año pasado, el medicamento se podía comprar en farmacias de todo el país, según lo estableció Anmat a través de la disposición 946-12/10/ 2018, que habilitaba la comercialización al público de la droga para uso ginecológico.
Una semana después de que el Senado rechazara convertir en ley el proyecto de Interrupción Voluntaria del Embarazo, en agosto de 2018, la Anmat autorizó al Laboratorio Domínguez a producir y comercializar misoprostol en pastillas de 200mcg (MISOP 200), para uso obstétrico y ginecológico, aunque en ese momento, restringió su uso al ámbito hospitalario.