Enviado especial a Mar del Plata
Es una cifra inusual ya que no se acostumbra a sumar tantos juveniles primerizos a una pretemporada. Siempre se estiló que sean 3 o 4, quizás hasta 5 como máximo, pero nunca esta invasión de chicos en Unión, sometidos al rigor de la tijera.
Enviado especial a Mar del Plata
Hace muchos años que no se veía a ocho “pelados”. O mejor dicho, “masacrados” en sus cabezas, luego de un ritual que todos los planteles llevan a cabo: el de cortarles el pelo, de la manera más ridícula e irregular posible, a los que realizan la pretemporada por primera vez.
Es obvio pensar que quienes llevan adelante esa tarea son los de mayor experiencia y los que están más a la expectativa de estas cosas. En este caso, Martínez y Carabajal, seguramente entre otros cuyos nombres no circularon, pusieron manos a la obra. Y así quedaron las pobres cabelleras de los ocho juveniles que hacen una pretemporada por primera vez integrando el plantel de Unión.
Kevin Andrés Zenón tiene 18 años y una buena altura para su puesto que es el de volante por izquierda: 1,81 metros. Está en Unión desde hace dos años y cuando le preguntamos por un referente en su puesto, con una sonrisa cómplice, no dudó en decir: “Carabajal”.
Lisandro Tablada es uno de los más chicos, tiene 17 años y su puesto es el de delantero. Llegó a Unión cuando era muy chiquito y apenas tenía 13 años. Luis Suárez, el enorme delantero uruguayo, es la referencia que tiene para su puesto.
A Máximo Ceratto lo pelaron adelante y le dejaron algo de pelo detrás. Tiene 18 años, es volante central y llegó a Unión casi junto con Madelón, porque lo hizo en el 2014. Al igual que Tablada, la búsqueda de una referencia apunta al Barcelona y menciona a Sergio Busquets como el jugador a intentar imitar.
Brian Sobrero es un volante que llegó a Unión procedente de Boca, donde le tocó jugar en las divisiones inferiores durante un año y medio. Al igual que los anteriormente mencionados, busca en el exterior a un referente y menciona a Coutinho como el jugador al que aspira imitar.
Francisco Gerometta es un chico con experiencia jugando en reserva durante la conducción técnica de Eduardo Magnín y ahora de Marcelo Mosset. Es lateral por derecha, tiene 20 años y su referente es el Pupi Zanetti, a quien seguramente habrá seguido de cerca cuando era muy niño o bien observando sus videos.
El que lleva la camiseta número 30 es el único que tuvo ya la posibilidad de jugar en Primera. Se trata de Juan Ignacio Nardoni, tiene apenas 17 años y es apenas superado por Andereggen, que tuvo su bautismo en la Primera cuando recién tenía 16 años. Jugó en el Nuevo Gasómetro ante San Lorenzo y dejó una buena impresión. Es volante central y su referencia es Isco.
A Lucio Berrón, de apenas 18 años y con un pasado muy interesante en Universidad Nacional del Litoral, donde ya era titular con apenas 16 años y gente vinculada con Unión empezó a seguirlo, le dejaron un mechón pero le hicieron desaparecer su cabellera rubia. También es volante central, al igual que Nardoni, llegó al club en 2018 y su referencia es Leandro Paredes, el actual “5” que se ganó con creces el puesto en la selección, adosándole sacrificio y marca a sus innegables condiciones técnicas que lo hicieron jugar de volante ofensivo en el inicio de su carrera en Boca.
Por último, uno que llegó hace apenas seis meses es Alfredo Pussetto, un apellido conocido teniendo en cuenta que es el hermano del ex jugador de Atlético de Rafaela, oriundo de Cañada Rosquín, actualmente en el Udinese de Italia. Es delantero y sus referentes son Luis Suárez y Lautaro Martínez.
La única novedad en el entrenamiento de doble turno que realizó el plantel de Unión, es que el juvenil Máximo Ceratto sufrió una fractura en el tercer metatarsiano de su mano izquierda, algo que no le impidió entrenarse con total normalidad más allá del “entablillado” que se le colocó.
Por su parte, tanto Gabriel Carabajal como Jalil Elías evolucionan con toda normalidad y seguramente van a hacer fútbol el próximo sábado, cuando se juegue el primer amistoso ante Alvarado, en el predio del equipo marplatense.
Otro que está trabajando sin problemas es Nicolás Mazzola, quien también va a estar a las órdenes de Madelón para el reinicio de la Superliga.
Claudio Corvalán dialogó con El Litoral en la puerta del hotel Iruña, a donde se aloja el plantel tatengue en esta temporada. El capitán rojiblanco aseguró que el próximo objetivo es intentar clasificar a una Copa Libertadores, y "soñar con conseguir un título".