Esta semana Estados Unidos y el gobierno argentino vivieron una nueva aspereza, cuando se confirmó que el buque USCG Cutter Stone de la guardia costera del país norteamericano finalmente no recalará en ningún puerto argentino durante su primer viaje al Cono Sur con el objetivo de reforzar la cooperación marítima regional para combatir la pesca ilegal en aguas del Atlántico Sur.
“Una evaluación exhaustiva de las condiciones halló desafíos logísticos que impiden el amarre de la nave en el puerto de Mar del Plata”, informó la embajada estadounidense en Buenos Aires el viernes pasado, dando marcha atrás sobre la escala que se había anunciado en diciembre pasado, como parte de una gira que incluyó escalas en Brasil, Uruguay y Guayana.
Pero detrás de esa información oficial se esconde un malestar en el Pentágono por la escasa predisposición que mostró el gobierno argentino para que la misión se pudiera concretar, según consignó Infobae.
Es que el USCG Cutter Stone es el barco más moderno y grande de la guardia costera de Estados Unidos y esta era su primera misión a los mares del sur para colaborar en un tema que preocupa mucho a los países de la región como es el avance de la pesca ilegal en sus aguas por parte de flotas de diversos países, en especial, de China.
Tenés que leerEEUU impuso el uso obligatorio de barbijos en el transporte públicoEn el marco de la colaboración habitual en temas de seguridad nacional, las autoridades estadounidenses coordinaron las escalas del buque en los distintos países, lo que implica facilitar trámites e intercambiar información. Pero ese no fue el caso de la cancillería argentina.
El Palacio San Martín demoró la respuesta que se aguardaba en la capital estadounidense antes de la partida de la misión y finalmente dio a entender que se podría utilizar el puerto de Mar del Plata. Enseguida, desde Estados Unidos advirtieron que, por sus históricos problemas de dragado, el puerto marplatense no contaba con el calado de seguridad suficiente para que atracara un barco de la envergadura del USCG Cutter Stone. Por lo cual, pidieron hacerlo en el puerto de Buenos Aires.
Pero en Buenos Aires la respuesta fue negativa e insistieron en que la única posibilidad era Mar del Plata, donde ya sabían que sería imposible.
La escala tuvo que ser abortada y el último puerto sudamericano de la misión fue el de Montevideo.