Desde 1999, cada 16 de abril se celebra el Día Mundial de la Voz. La fecha fue propuesta por la Federación Internacional de Sociedades de Otorrinolaringología con el fin de difundir la necesidad del cuidado de la voz, un factor imprescindible para la comunicación.
En el contexto actual, marcado por el distanciamiento social, es fundamental hacer un uso correcto de la voz, no solo para la sociedad en general como una herramienta de expresión, sino también para aquellas personas que requieren de un mayor esfuerzo de ella para desempeñarse en tareas profesionales.
Sobre este tema, El Litoral consultó a la Lic. María Eugenia Ferrando (Mat.127/1), quien es Vicepresidenta del Colegio de Fonaudiólogos de Santa Fe y Directora de la Lic. en Fonoaudiología en la UCSF. “La voz es parte de nuestro cuerpo y depende de un montón de factores que hay que cuidar. Una voz sana es un voz clara, limpia, una voz que fluye fácilmente. Una voz que ya tiene ruido, que cuesta y denota esfuerzo, ya es una señal de alarma”, explicó la profesional.
“Uno no nace disfónico, nace con todo un equipo listo para funcionar, y a medida que vamos avanzando en la edad y en los diferentes usos que le damos, muchas veces hacemos malos usos y abusos que llevan al deterioro de nuestra voz”. En este sentido, es preciso remarcar que existen muchos factores de riesgos a los cuales estamos expuestos diariamente. De hecho “hay profesiones que tiene muchos más riesgos en el uso de la voz, y que necesitan de una educación en particular”.
Por eso, es necesario destacar que “la razón de que nazcamos con esta posibilidad de emitir voz, no la hace un recurso ilimitado, inagotable, sino que tiene algunos límites que los vamos a ir poniendo de acuerdo al uso y las normas de cuidado que le damos como cualquier parte del cuerpo”, explicó.
“A una intensidad media durante todo el día, la voz no debería ni cansar ni producir ningún tipo de dolencia. Lo que sí produce afecciones en la voz es un uso muy intensivo o a alta intensidad. Es decir, un uso en el tiempo prolongado con una intensidad fuerte. Esos dos factores son los que producen un deterioro en la voz”, puntualizó la Lic. Ferrando.
Es importante tomar conciencia sobre esto para consultar precozmente en caso de notar cambios en la voz. “Si la voz no vuelve pasadas dos o tres semanas, hay que realizar una consulta. No es común una voz disfónica en un organismo sano”.
Este año, el desafió lo componen los dispositivos de protección facial, ya sea cubrebocas, barbijo, o las pantallas. Desde el comienzo de la pandemia de coronavirus, los especialistas en salud se han focalizado en la importancia del uso del tapabocas, sobre todo cuando interactuamos con otros.
-¿Cómo afecta a la voz cuando una persona tiene un barbijo?
-La atenuación de la voz, si bien no es mucha, aumenta con algunos dispositivos de protección. Por ejemplo, el que menos atenúa la voz es el barbijo quirúrgico convencional, el que uno compra en la farmacia. Mientras que las pantallas faciales, en cambio, son las que más atenúan la voz, ya que al colocarla en la cara, el sonido rebota y baja por debajo de la pantalla.
-¿Cuáles son los pro y contra del uso de estos dispositivos de protección?
Mediante el barbijo quirúrgico se escucha mejor, se atenúa menos la voz, pero no permite ver cara y boca. En tanto, la pantalla de protección facial o los barbijos que vienen con pantallas transparentes permiten ver la boca y los labios, muchas veces eso ayuda a completar lo que tal vez uno no terminó de escuchar, porque uno puede observar los gestos, la boca, los labios. Entonces, ocurre que capaz esa pantalla atenúa más la voz pero permite completar el mensaje.
Estas situaciones pueden llevar a que forcemos la voz. Y a veces es innecesario. Por ejemplo, en la actualidad existen los trabajos burbujas, conformados por grupos pequeños pero que están más distanciados, por lo cual se hace uso de la voz en un espacio tal vez grande para un grupo reducido.
Para estos casos, la profesional brindó una serie de recomendaciones para lograr hacer algunas adaptaciones del uso de la voz en relación a los protectores faciales:
- Desplazarnos en los espacios, respetando el distanciamiento social.
-Armar oraciones más cortas.
-Hablar mas lento y de frente para que el otro visualice los gestos, la mirada. Si sumado al uso del barbijo, los sonidos no salen tan bien y uno le agrega la velocidad, no se termina de entender el mensaje que se quiere trasmitir. Esto, además ayuda al hablante a respirar mejor y a no agitarse.
-Evitar injerir dulces para no generar deshidratación.
- Hidratar la voz, mucho más los fumadores.
-Reposo vocal: hoy es muy importante para las personas que debemos hablar mucho poder seleccionar muy bien si es necesario en ese momento que yo este hablando o no. Es primordial crear momentos de descanso.
-Hablar lo indispensable cuando uno esta haciendo uso del dispositivo de protección facial.
-Acondicionar bien el ruido ambiente: la voz humana no puede competir con el ruido.
Ante estos condicionamientos, la especialista sostuvo que “el problema del barbijo es cuando uno debe usar mucho tiempo la voz", condiciones en la cual, por ejemplo, trabaja un docente. “Hoy emitir una voz con dispositivo de protección facial implica un esfuerzo extra”.
Su recomendación es el uso del barbijo quirúrgico, además de su bajo costo, está demostrado que tiene mayor defensa contra el Covid-19 y es el que menos atenúa la voz.
Tenés que leerCrean una mascarilla para usar al comer o tomar alguna bebida
Significativo aumento de la consulta infantil
Al ser consultada sobre el impacto del uso del barbijo en los niños, la Lic. Ferrando sostuvo que “para ellos en particular y por las condiciones en las cuales lo usan no debería representar un problema, desde la parte vocal”.
De igual modo, en los últimos años y antes de la pandemia, la profesional explicó que aumentó mucho la consulta infantil. “Los niños también hacen un uso y abuso de la voz porque están en entornos comunicativos muy ruidosos. El niño, de hace unos años a esta parte, en los espacios donde inclusive aprende a hablar, está muy rodeado de ruidos: la televisión, la computadora, los videojuegos. Dichos factores también pueden afectar la laringe y las cuerdas vocales de los más pequeños”.
“Por eso en los niños tampoco hay que dejar pasar una disfonía, una patología con estas características que se sostiene en el tiempo y que ya termina siendo algo característico, pasa a ser algo propio del chico cuando en realidad no debería ser así”, precisó.
Uso de la voz y protectores faciales en personas hipoacúsicas
En el caso de las personas hipoacúsicas, la profesional explicó que “se torna muy difícil la discriminación de la voz, cuesta mucho la palabra si uno tiene el barbijo o el tapabocas, por eso sobre todo, si uno está hablando con una persona hipoacúsica, se recomienda regular los ruidos de fondo, y en esos casos conviene usar el tapacabocas con ventana, o la pantalla transparente. teniendo en cuenta que quienes padecen esta discapacidad generalmente leen los labios, y observan con mayor atención los gestos en las miradas”.