El músico, explorador y difusor correntino Rauly Martínez creó con su proyecto un nuevo hábitat para la narrativa del rock argentino. Hay mucho para decir, pero con un trailer alcanza: "El oso" en versión chamamé, junto a Ricardo Mollo.
Gentileza prensa YacaRockNacional recopila canciones que me enseñaron cómo tocar la guitarra, cómo cantar, y por dónde llevar mi propio andar por este mundo musiquero , cuenta su creador.
Yacaré Manso publicó, semanas atrás, su cronología musical de influencias titulada "YacaRockNacional" (2021). En la obra se intercambian las pieles los distintos animales que conviven en Rauly Martínez: el músico callejero, el explorador, el gestor cultural, el paisano del Litoral y el hombre de radio, entre otros. Mirador dialogó con el creador de un nuevo hábitat para el rock argentino clásico y contemporáneo: el chamamé.
Algo mejor
Rauly vivió con sus padres hasta los cinco años. Ese tiempo fue suficiente para recibir el amor por la música sintetizado en su padre acordeonista y amante del chamamé. Producto de la separación de sus viejos, Yaca fue a vivir con su abuelo ferroviario y su abuela ama de casa. "La música quedó de lado, hasta la escuela", cuenta. Además del interés por la materia en cuestión, empezó a participar del coro polifónico.
A la par, fue asomando un vector clave en la constitución del artista: la calle. "Tocar y vivir ahí me marcó para siempre". El primer verbo ("tocar") empezó a asomar en el marco del carnaval de su pueblo natal. Durante tres años, Yaca fue percusionista de la comparsa de su barrio, Marabú. Con 15 años, dirigió a 150 personas batiendo parches al-estilo-Brasil. "Somos frontera con Rio Grande do Sul, y la relación con el idioma y los tambores es muy fuerte". Cae una foto: Rubén Ramonda. Oriundo de Gálvez, radicado en Santo Tomé (Corrientes). "El papá de mi mejor amigo. Nos inculcaba folklore, rock, nos hacía mirar Les Luthiers".
La llegada a Buenos Aires, donde vive hace 16 años, significó para Yaca un nuevo compromiso con "lo-callejero". Tocó en el subte y vivió en situación de calle durante cuatro meses; de allí nació "dOsMangOs". "Es algo de lo que jamás podré olvidarme. Forma parte de todo lo que soy hoy como artista. Quiero visibilizar esa vivencia como una experiencia superadora, más allá de lo duro que haya sido. Aprendí que compartir en esta vida con los que aún no pueden es el camino". A partir de dicho proyecto de grabar a músicos callejeros que no han podido registrar sus obras, conoció al charanguista Rubén Insaurralde, con quien "ya terminamos la producción de su primer disco". Por eso no extraña que elija como canción que más lo representa "Todo pasa" de Los Piojos. "Todo lo que nos haga mal va a pasar, siempre y cuando estemos dispuestos a deconstruir: para construir día a día algo mejor en nuestro ser".
La lamparita
"YacaRockNacional" propone una cronología de influencias. Así lo expone su ideólogo y creador. Cada una de las canciones iban cayendo "en guitarreadas o esos viejos cancioneros para guitarra que vendían en las casas de música". Además, de la complicidad de "los amigos guitarreros" que "fueron pasando algunas que otras". Justamente así, de manera lúdica "en una guitarreada con amigos de Diamante" se gesta el álbum. "Me quedé sin chamamé en mi repertorio. Hago un re mayor en la guitarra, rasgueo en chamamé y empiezo a cantar 'Muy despacito'... ¡y calzó justito! Hago lo mismo con 'Para qué' de Las Pelotas". Y así, aparece la obsesión, el método: la búsqueda de canciones fundacionales en la educación sentimental de Rauly y su posible encastre a la sonoridad litoraleña, con adaptaciones lingüísticas incluidas.
En ese momento se prendió la lamparita de la producción "hasta llegar a lo más hondo en el concepto", describe Yaca. El proceso funcionó, psicodélicadamente (diría Miguel Mateos), como una "redirección al repertorio sonoro de una vida". La exploración sensible arribó a piezas "que despertaron en mí toda la musicalidad, que me enseñaron cómo tocar la guitarra, cómo cantar y por dónde llevar mi propio andar por este mundo musiquero. Una vez seleccionadas las canciones, las ordené cronológicamente según sus años de composición. Cuando me di cuenta, tenía un disco armado con las bandas sonoras de mi vida, canciones del rock que se vinieron pa'l Litoral".
Puentes
El antecedente más inmediato de "YacaRockNacional" es "AcoplandoCielo" (2017). La pastina invisible que acerca las palabras es, quizá, una muestra del concepto hermanador del arte para Yacaré Manso. "El eslabón que entrelaza todo en mi música es el folklore", cuenta el músico. En la producción precedente (de la que participan Raly Barrionuevo, Raúl Porchetto, Mariana Baraj y Bruno Arias) hay un sonido más powerfolk, "pero se mantiene esa raíz criolla de tierra, monte y cuero". Los fueyes cumplen el rol de tener un "puente de encuentro". "Necesito escuchar algún acordeón o bandoneón en mis discos; todos llevan ese sonido por una cuestión de identidad regional".
En el caso específico del último álbum, la premisa era "respetar la sonoridad del chamamé típico: guitarras y acordeones". Las excepciones son dos versiones que "se salen un poco del concepto". Se trata de "Jilguero" e "Imágenes paganas", donde se suman un violín del trío Tajy y el bajo de Clara Cantore, respectivamente. "Pero, en el grueso del disco, se respeta el audio del chamamé: sin percusiones, por ejemplo. Ese era el lema. En su defecto, alguna canción solamente con acordeón (como 'Muchacha ojos de papel') o guitarra ('Al lado del camino')".
Gentileza prensa
Foto: Gentileza prensa
Bendecido
La fraternidad que expone el álbum, lógicamente, precisa de hermanos y hermanas. Ellos son: Ricardo Mollo, Hilda Lizarazu, Loli Molina, El Plan de la Mariposa, Noelia Recalde, Clara Cantore, Tajy, Enzo Demartini y Lucas Avellina. Las guitarras son de Juampi Espina (La Plata), el acordeón de Lucas Monzón (Chaco) y el arpa de Fernanda Peralta (Buenos Aires). "Bendecido de compartir con mis máximos ídolos", anuda Yaca.
"Canción para mi muerte" es la primera canción que "sale al éter". En ella interviene con su cálida voz Hilda Lizarazu, con quien comparten además del origen (ella nacida en Curuzú Cuatiá), un historial de eventos solidarios. "Es una referente muy cercana para la gurisada que venimos pujando un camino en esta ciudad. Siempre receptiva y generosa", reconstruye Rauly. El video que acompaña la música es un fiel reflejo de ese espíritu colectivo y enchamigado: una suerte de café concert donde se van arrimando Yupanqui, Charly, Gieco, el Flaco y Fito, entre otros.
La participación de Ricardo Mollo en "El oso" tiene otros condimentos. El cantante de Divididos parecía más difícil de contactar en un principio. Hubo un primer intento que apuntaba a "AcoplandoCielo". Estaba todo encaminado… "hasta que perdimos ambos celulares y no supimos el uno del otro hasta este verano, allá por enero, gracias a Instagram". Ricardo "se disculpó por aquella grabación trunca, me escribió al toque al celular y quedamos en contacto. Con su impronta y experiencia, supo guiar el desarrollo de lo que hoy tenemos como resultado", traduce Yaca.
Luis y Pau
"En un río muy grande, en un país desierto donde nunca había estado el hombre, vivían muchos yacarés". De ese modo comienza "La guerra de los yacarés", de Horacio Quiroga. La obra en cuestión emparenta a nueve reptiles: el primero de ellos spinetteano, el último español-latino.
La versión de "Muchacha ojos de papel" en clave instrumental enlaza con la primera escucha de la música de Luis Alberto. Cuenta la leyenda que el dj santotomeño Francisco Martínez le dijo un día a Yaca: "tenés que escuchar el acústico del Flaco: te va a servir un montón para lo que estás desarrollando como autor de tus canciones… y así fue". El tiempo pasó, y hubo tres encuentros entre Rauly y Spinetta. "Conservo una foto con él que es uno de los regalos más hermosos de la música".
Distinta pero tan emotiva como la semblanza anterior, es la conexión con Pau Donés. Jarabe de Palo "me llegó en un momento copado de mi adolescencia y marcó fuerte. Un español que tenía una sonoridad latina... fue loco descubrirlo. Cuando falleció [NdA: 9 de junio de 2020], le hice un homenaje versionando en rasguido doble 'Agua'. Decidí incluirlo como bonus track al disco, para que se sintiera acompañado por todas estas versiones".
La yapa
Entre 1996 y 2003, Rauly Martínez "hizo radio". En la secundaria, tenía un programa de rock con sus amigos que iba de lunes a viernes de 21 a 00. "Al otro día íbamos a la escuela", recuerda. Por estos días, el teatro de la mente se configura en Yaca bajo la forma de "Litorales", programa de Radio Nacional Folklórica dedicado a difundir nuevos artistas del NEA. Entre la felicidad por el regreso y la convicción ("es algo que quiero seguir haciendo hasta el último día"), afirma: "Es un gran logro de la música independiente".
Para el músico correntino, el panorama contemporáneo del cancionero litoraleño atraviesa "un momento muy dulce y fructífero. Hay grandísimos colegas haciendo cosas hermosísimas". Yaca nombra a Patricia Gómez (Santa Fe), Damián Lemes, Noelia Recalde (Entre Ríos), Seba Ibarra (Chaco), Tajy (Corrientes) y Florencia Bobadilla Oliva, compañera de radio. "Hay mucho más por descubrir aún", se entusiasma.