Un 28 por ciento de los niños y adolescentes se encuentra en situación de riesgo alimentario en Argentina, mientras un 55 por ciento debió restringir en cantidad y calidad sus consumos de alimentos en 2009, según el Barómetro de la Deuda Social de la Infancia.
El informe, elaborado por la Universidad Católica Argentina (UCA) y la Fundación Arcor, determinó que el porcentual de niños en riesgo alimentario es un 8 por ciento mayor que en 2008, pero inferior al 42,4 por ciento medido en 2004.
Asimismo, explicó que este indicador es "altamente sensible" a los ingresos de los hogares, por lo cual experimentó "una evolución muy positiva" entre 2004 y 2008, y estimó que la incidencia de este indicador sea "significativamente menor" en 2010 por efecto de la asignación universal por hijo.
El Barómetro reveló además que en los grandes conglomerados urbanos tres de cada diez menores de 18 años reside en una vivienda con dos o más problemas de hábitat de vida. Es decir que estos niños y adolescentes habitan viviendas que no tenían acceso al agua corriente, cloacas, gas de red, están en cercanías de fábricas contaminantes y basurales, o viven en condiciones de hacinamiento.
Entre 2004 y 2009 se pasó de un 52 por ciento de niños en hogares con problemas de saneamiento a un 42,4 por ciento. También cayó el déficit en el acceso a red de gas de un 38,8 por ciento a 30,9 por ciento.
El informe destacó que la mejora en el mercado del trabajo aumentó la cobertura de salud de niños y adolescentes, y que se incrementó la inclusión educativa, aunque sigue habiendo diferencias entre las clases sociales.
El déficit educativo del nivel primario, es decir niños y niñas no escolarizados o que cursan años inferiores al correspondiente a su edad, alcanzó un 7 por ciento en 2009, porcentual que no experimentó variaciones significativas desde 2007. El estudio privado estimó en un 9 por ciento la no asistencia al secundario en las grandes ciudades, mientras el déficit en ese nivel fue del 17 por ciento en los dos primeros años y del 41,5 por ciento en los tres restantes.
En tanto, el déficit en la enseñanza de un segundo idioma en niños en edad escolar cayó de un 52 por ciento en 2007 a un 38 por ciento en 2009, y la enseñanza de computación del 57 al 48 por ciento en igual período.
En cuanto a los procesos de crianza y socialización, el Barómetro reflejó que en 2009 un 15 por ciento de los niños menores de 5 años no festejó su cumpleaños, un 40 por ciento no fue receptor de historias orales y un 24 por ciento compartió cama o colchón para dormir.
Asimismo, reveló la brecha informática existentes entre los grupos de bajos recursos y los de mejores condiciones económicas. El 90,6 por ciento de los niños entre 5 y 12 años no solía utilizar Internet en el 25 por ciento más bajo, y tampoco lo hacía el 27,6 por ciento en el 25 por ciento más aventajado. En los adolescentes, los porcentuales se ubicaron en el 61,2 y el 3,6 por ciento respectivamente.
La investigación determinó también que casi 5 de cada 10 niños en edad escolar no tienen biblioteca familiar en su hogar, y estimó que 4 de cada 10 adolescentes no tienen acceso a libro en el ámbito de su hogar.
DYN