Télam
El Servicio Nacional de Geología y Minería (Sernageomin) señaló en su último informe que las cenizas del Calbuco, situado a 1.000 kilómetros al sur de Santiago, podrían avanzar hasta la zona central de Chile, aunque lo harían en cantidades mínimas y a gran altura en la atmósfera, por lo que no serían perceptibles para la población.
El volcán, que entró en erupción dos veces desde el miércoles pasado, sigue expulsando cenizas este domingo y muestra una columna de humo de unos dos kilómetros sobre el cráter, según la Oficina Nacional de Emergencia (Onemi).
El riesgo de una nueva erupción sigue presente, por lo que las autoridades mantienen la zona de exclusión de 20 kilómetros en torno al volcán y otras medidas preventivas.
El Sernageomin señaló que hasta este sábado el Calbuco había expulsado 210 millones de metros cúbicos de cenizas, por lo que según los registros históricos del organismo es el quinto volcán con mayor emisión de cenizas del país.
“Esta es una noticia delicada para las regiones aledañas al Calbuco y para las provincias argentinas de Neuquén y Río Negro, aunque el efecto ya se nota incluso en Buenos Aires”, dijo el director del Sernageomin, Rodrigo Álvarez.
La nube de polvo llegó también a Uruguay y al sur de Brasil, aunque a este último país arribó con una mínima intensidad y sin provocar ningún trastorno.
Un total de 6.514 personas se han visto obligadas a dejar sus hogares como consecuencia de la actividad del Calbuco, de 2.015 metros de altitud.
El ministro del Interior, Rodrigo Peñailillo, visitó este sábado la zona afectada y anunció la entrega de subsidios y ayudas para los damnificados.
La erupción y la posterior nube de cenizas han afectado los principales actividades económicas de la zona, como la agricultura, la ganadería y la piscicultura.
Uno de los sectores damnificados es la industria salmonera debido a la destrucción de algunos centros de cultivo que se encuentran dentro del radio de exclusión de 20 kilómetros en torno al volcán que establecieron las autoridades.
Las instalaciones de las salmoneras fueron arrasadas por los lahares que se crearon después de la erupción, que son flujos de agua proveniente del deshielo mezclada con material volcánico y sedimentos.
Los productores de salmón han pedido permiso para trasladar a 11,5 millones de peces a otras instalaciones que se encuentran fuera de la zona de riesgo.