El Servicio Nacional de Sanidad y Calidad Agroalimentaria (Senasa) emitió una alerta fitosanitaria en todo el territorio argentino debido a la "presunta detección" del Virus Rugoso del Tomate. Esta medida se tomó como precaución ante el potencial riesgo de causar pérdidas significativas en la producción nacional de tomates y pimientos, así como afectar el comercio regional e internacional de estos cultivos.
La medida se estableció mediante la resolución 569/2023 y publicada en el Boletín Oficial y estará en vigor hasta el 31 de diciembre de 2024. Con el objetivo de abordar esta problemática, se creó el Comité de Crisis por el Virus Rugoso del Tomate (ToBRFV), que será coordinado por el Senasa e integrado por diversos actores, como el Instituto Nacional de Tecnología Agropecuaria (INTA), el Instituto Nacional de Semillas (Inase), centros de investigación, universidades, gobiernos provinciales y representantes del sector público y privado.
Se busca prevenir propagación del virus, protegiendo la producción nacional
El Senasa hizo hincapié en la importancia de fortalecer las medidas de prevención, detección, contención y erradicación del virus. Por lo cual se le pidió a cualquier persona que detecte el virus o síntomas sospechosos a notificarlo de manera inmediata y fehaciente a la oficina más cercana del organismo o a través de sus canales de comunicación.
De qué se trata
El Virus Rugoso del Tomate, también conocido como Tomato Brown Rugose Fruit Virus (ToBRFV), se encuentra en la lista de plagas reguladas y se clasifica como Plaga Cuarentenaria Ausente (PCA) en la región conformada por los países miembros del Comité de Sanidad Vegetal del Cono Sur (Cosave). Las especies de tomate (Solanum lycopersicum) y pimiento (Capsicum spp.) son los principales huéspedes de este virus.
Se detectó por primera vez en 2014.
Desde su primera detección en 2014 en Israel y Jordania, el virus causó brotes en diferentes países, como Italia, México, China, España, Francia, Turquía y Grecia, generando importantes pérdidas económicas en la producción agrícola.
Ante esta situación, la alerta fitosanitaria busca prevenir su propagación, protegiendo la producción nacional y salvaguardando el comercio de tomates y pimientos a nivel local, regional e internacional. Se espera que la colaboración entre las instituciones y los diversos sectores involucrados contribuya a la detección temprana, contención y erradicación de este virus, evitando mayores repercusiones en la industria agrícola del país.
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